Sobre la marcha de Pedro

 Hay jugadores que nacen para ser determinantes, y uno de esos jugadores es Pedro Rodríguez Ledesma. Hoy se ha confirmado su marcha al Chelsea, tras un verano de rumores sobre su más que posible fichaje por el Manchester. Pedro, al que pretendientes no le faltaban, ha optado por irse al equipo del otrora archienemigo Mourinho, al igual que hiciera su amigo Cesc el año pasado. Posiblemente, la llamada del propio Cesc, además de la de Mourinho, convencieran definitivamente al de Abades de vestir de blue. La pregunta es, acierta Pedro marchándose a Londres? y sobre todo, acierta el Barça vendiendo a su mejor suplente, sin poder alinear a sus nuevos fichajes hasta Enero?



 Pedro es de esos jugadores que no hace ruido, que no hace declaraciones altisonantes y que. al menos desde fuera, parece un jugador de los que hace grupo. No se puede decir que Pedro sea una estrella, eso sería decir demasiado, pero sí que es un jugador fundamental. Puede que la palabra fundamental llame la atención de muchos, pero es que es lo que define a Pedro. Y es fundamental, porque es un jugador que siempre cumple, lo haga mejor o peor, y sobre todo porque siempre aparece. Además, Pedro sirve para un roto y para un descosido, y su idilio permanente con el gol en los momentos clave lo hacen fundamental en una plantilla de un gran club. En el Barça de hoy, está claro que no podría ser titular mientras Súarez, Neymar y sobre todo Messi, pudieran ser de la partida. Sin embargo, como ya pasara en la época de los Eto´o, Henry, Ibrahimovic, Villa, Alexis o incluso Bojan, Pedro siempre terminaba siendo importante. Ese ha sido el gran valor de Pedro en este Barça de los últimos tiempos, ha sido fundamental porque siempre que se le ha necesitado, ha cumplido con creces. Siempre preparado, siempre alerta, fuera el minuto que fuera, Pedro estaba listo para Pep, Tito, Tata o Luis Enrique.

 La irrupción de Pedro, en aquel superequipo que tenía Guardiola, fue una de las sorpresas de aquel año, al igual que Busquets. Sin tanta influencia en el sistema de Pep cómo el de Badía, Pedro era también una pieza fundamental. Su verticalidad, y sobre todo su versatilidad, hacía que Pep lo utilizara cómo desatascador, revulsivo o incluso de inicio. Pedro jugó con Pep de extremo puro, por cualquiera de las dos bandas, y  Guardiola sacó de aquel chaval de Abades que nadie conocía, la mejor versión de Pedro que hemos visto hasta hoy. Puede que fuera porque nadie lo ubicaba en el primer nivel, y pudo explotar sus cualidades de manera tremenda, pero aquel año del Sextete, Pedro fue de lo mejor de aquel equipo. Siempre desequilibrante, ya fuera por izquierda o por derecha, y sobre todo con un acierto de cara al gol que lo convertiría en eterno. Pedro pasó a convertirse aquel año, en el primer jugador de la historia que marcaba en seis competiciones diferentes en una temporada. Sus goles en la Supercopa de Europa ante el Shakhtar en la prórroga, y en la final del Mundial de Clubes contra el Estudiantes de Sabella y Verón, lo coronaron cómo el hombre gol de las grandes citas. 

 A partir de ese año, y ya asentado también en la selección, donde su papel en el Mundial de Sudáfrica fue fundamental, los fichajes que llegaban al Barça siempre eran competencia directa para Pedro. Primero fue Villa, que debido al cambio de posición de Messi, partía de la banda para dejar hueco al argentino. Aún así, supo encontrar su hueco en la plantilla y siguió con su línea de goles y buenos partidos. Luego fue Alexis, que cerraba las puertas de la titularidad a Pedro, pero que aún así seguía disfrutando de minutos y de su idilio con el gol. El último en llegar, y como un último obstáculo insalvable fue Neymar. El brasileño venía cómo el príncipe prometido, el que iba a asociarse con Messi y aprender del rey para heredar su corona, y además estaba Alexis, que le cerraba las puertas de la titularidad, Sin embargo, la marcha de Villa abría un hueco como cuarto delantero para Pedro, que como siempre, volvió a aprovechar. Cuando ya parecía que la marcha de Alexis lo devolvería a su status, el Barça tiró la casa por la ventana para fichar a Suárez, cerrándole así cualquier atisbo de posible titularidad que hubiera imaginado. Sin embargo, el uruguayo arrastraba una dura sanción que permitiría a Pedro comenzar la temporada pasada cómo titular. La cruda realidad, cuando Suárez volvió, relegó a Pedro al banquillo, con pocos minutos y un nuevo triplete en el que ya no fue tan importante.

 Viendo el final de temporada pasado, y sobe todo el nivel de los tres atacantes titulares, Pedro comenzó a barajar la posibilidad de salir este principio de temporada. Hay una Eurocopa en verano, donde querrá ser titular, y para la que le harán falta minutos. Pedro analizó la situación y se dijo a sí mismo, si Messi, Neymar y Suárez rinden al nivel del año pasado, son intocables y volveré a tener pocos minutos. La única solución era buscar una salida, a un equipo vertical, que busque el juego por banda, y que juegue Champions. Al fin y al cabo, Manchester parecía un buen destino tras la marcha de Di María. Allí estarían Ander y Mata para hacerle la vida más fácil, y sería una Liga a la que se adaptaría rápido por sus cualidades. El rumor fue cogiendo fuerza, hasta el punto de convertirse en un hecho. En Barcelona ya le buscaban sustituto, aunque con el handicap de que no se le podría alinear hasta enero. El elegido era Nolito, y las campanas sonaban cada vez más fuerte. Sin embargo, y en esos caprichos que tiene el fútbol, el Chelsea se retrataba en el Etihad el domingo pasado ante el City, y Mourinho necesitaba un golpe de timón para cambiar un ataque demasiado estático. La maquinaria blue se puso a funcionar, y Abramovich, que no le puede negar nada al Special One después de devolverle el título de liga el año pasado, no es de los que tarda mucho en negociar, Bastó una llamada de Mou a Pedro, y seguro que más de una de Cesc, y el antiguo enemigo y el viejo amigo, convencieron a Pedro de cambiar Londres por Manchester. 

 Pedro se va un equipo que le va a venir muy bien para sus cualidades, un equipo que maneja bien la contra, que busca la banda, y donde podrá explotar su velocidad y su desborde. Allí le esperan dos socios de selección, cómo Costa y Fábregas, del que seguro que recibirá muchas asistencias, además de Azpilicueta. La aclimatación será rápida, y seguro que pronto veremos a Pedro en el césped de Stamford Bridge. Mourinho le sacará partido, eso seguro, y con suerte, veremos al Pedro que nos deslumbró a todos el año del Sextete.

 Deja el Barça el hombre de las finales, el de los momentos clave, donde dejó su último servicio en la final de la Supercopa ante el Sevilla. Una final que no iba a jugar, y en la que su instinto tras el remate de Messi, le hizo estar en el lugar que debía para volver a ser clave en un nuevo título. Pedro no celebró el título con demasiada vehemencia, quizá consciente de que era su último gran servicio al Barça, pero volvió a ser fundamental para levantar la copa. Seguramente el Barça lo echará de menos, por lo menos hasta que en Enero puedan jugar los nuevos, o incluso en más tramos de la temporada si Neymar, Messi o Suárez no están. Sin embargo, Pedro ha elegido jugar, y eso no puede reprochárselo nadie. Se va un gran jugador, no una estrella, pero un jugador fundamental, y que yo siempre querría en mi equipo.

 Good Luck Pedro!

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