Cambio de estilo, o test de pruebas?

 El cambio generacional de la selección española, que ha comenzado tras el Mundial de Brasil, ha ido cambiando jugadores a la velocidad de la luz. Las despedidas de Arbeloa, Alonso, Xavi, Villa, Reina, la más que probable de Torres, el relevo "tranquilo" de Casillas, unidos a las bajas de esta convocatoria de Iniesta, Silva, Cesc y Costa, hacen de esta lista un equipo prácticamente nuevo. 

                    

 Está claro que no se puede discutir la calidad de los recién llegados a esta nueva selección, eso sería poco inteligente. Lo que choca, sobre todo viendo el corte de jugador de los recién llegados, es el aparente cambio de rumbo en el estilo de juego español. Cabe recordar, aunque no haga falta, que en este equipo el centro del campo titular estaba formado por Busquets, Alonso, Iniesta, Xavi y Silva. La nueva composición, mantendría a Busquets cómo único superviviente de la vieja guardia, pudiendo ser acompañado por Koke, futuro de esta selección, Isco, Raúl García y Callejón, por poner un ejemplo. A simple vista, son jugadores de un nivel enorme, pero se parecen poco al estilo anterior. La "ultraposesión" de la anterior época, da paso a jugadores de llegada cómo Callejón, o a centrocampistas todoterreno cómo Raúl García, que no entran dentro del estilo de jugadores de toque. El físico sustituye a la posesión, y puede que sea beneficioso para un equipo que alargaba en muchas ocasiones el manejo del balón, haciéndose cada vez más previsible para los rivales. Estas nuevas incorporaciones,  dan un nuevo aire al equipo, pero pueden hacer perder un estilo que ya se tomaba como asentado.

 Bien es cierto, que Del Bosque podría optar por mantener el viejo estilo, jugando con Cazorla, Isco, Koke y Busquets, dejando una banda para Pedro. Esto mantendría al equipo en una línea continuista, pero con caras nuevas en el mismo estilo. De la otra forma, el equipo daría un cambio radical, algo que se viene reclamando durante mucho tiempo cómo ese famoso Plan B que tanto se echó en falta en Brasil. Esta España parece que ya tiene variantes, pero es el momento de demostrar que funcionan. Atreverse a hacerlo está bien, ya que dota al equipo de nuevas posibilidades, pero que funcionen o no ya es más complicado. Este equipo está asentado en un estilo, y hacer que lo cambie, y sobre todo que ese cambio funcione, se antoja difícil.

 Del Bosque sigue apostando por el talento, de eso no cabe duda. Lo hace con gente cómo Isco, Koke y el que probablemente será un jugador importante en esta selección, que no es otro que Thiago cuando se recupere. Al mismo tiempo que continua con el modelo que ha funcionado, el salmantino empieza a explorar otras opciones. Raúl García y Camacho son la prueba de ello, ya que el corte de ambos no tiene nada que ver con la etapa anterior, donde seguramente no tendría sitio este tipo de futbolista. Es el momento de innovar, sobre todo tras el fracaso de Brasil, pero también de recordar que tras años buscando un estilo y encontrarlo, no sería muy inteligente alejarse de él.

 Busquets decía en un entrevista, que nunca volveremos a ver a aquella España que maravilló al mundo. Sergio tiene razón, nada volverá a ser cómo aquello, pero puede acercarse si se colocan las piezas adecuadas. Está bien innovar y probar cosas nuevas, pero cómo dicen los ingleses, si no está roto, no lo arregles. Veremos...

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