Un equipo partido, no es un equipo

 Ganó el Real Madrid su compromiso de Liga de Campeones ante el Ludogorets, pero volvió a dar la misma imagen que le persigue durante toda esta temporada, el equipo se rompe y los rivales llegan con una facilidad asombrosa.


 Salía el Real Madrid hoy con una mezcla de titulares y suplentes, ya que Arbeloa ocupaba el lateral derecho, Illarra el centro del campo, Isco la media punta y Chicharito el puesto de delantero centro. Por lo demás, los de siempre, pero con las mismas lagunas. Durante toda la primera parte, y con una nueva acción a balón parado defendida de manera espantosa, los blancos volvieron a ser dos equipos. Un equipo ataca, con Bale, Cristiano, Modric, Isco y Chicharito. Otro equipo defiende, con Casillas, Ramos, Varane, Marcelo, Arbeloa e Illarra. Pueden alternar algunas piezas, pero nunca defenderán todos a la vez, y eso mata a este Real Madrid. Cuando el equipo ataca todo el mundo se mueve y busca la mejor posición para rematar jugada, pero cuando defiende solo lo hacen seis y el portero, o cómo mucho siete. Cada vez que el Real Madrid ha perdido un balón, la opción de peligro siempre era para los búlgaros, que aunque de un nivel inferior, no eran para nada cenicientas. El pésimo partido de los laterales, Arbeloa acusó la falta de minutos y evidenció una muy mala condición física, hacía que los huecos tras Illarra y los centrales fueran inmensos. Modric no se aplicaba en defensa, y Bale parece que no tiene intención de ayudar al equipo a la hora de recuperar el balón. Todo esto, hacía que los laterales se encontraran en muchas ocasiones con un dos para uno, y los balones al hueco de los búlgaros hacía correr a Varane y a Ramos más de lo normal. 

 En un nuevo episodio de la historia negra a balón parado de los blancos, que parece no tener freno, llegó el primer gol del partido. Un corner botado desde la derecha al primer palo, donde a Bale que estaba a la corta le ganó la partida el jugador búlgaro, fue el principio del desastre. Tras peinar el balón, que se paseó por todo el área pequeña blanca, la pasividad de Arbeloa hacía que el jugador del Ludogorets solo tuviera que empujar el balón a la red, ya que estaba completamente sólo. Nuevamente, y en una jugada a balón parado, los blancos se veían superados. A día de hoy, un corner o una falta lateral, son prácticamente un penalty contra la portería blanca. Luego vendrían los penaltys a favor, el primero que fue y falló Cristiano, y el segundo que es más que discutible, y que transformó el luso. Hasta que Benzema entró en el campo, el equipo de Ancelotti vio cómo el Ludogorets inquietaba más a Casillas, de lo que lo hacían ellos al portero búlgaro. Finalmente llegó el gol de Benzema, cerrando así un partido que no debía haber sido tan complicado. Lo mejor para los blancos es que el Liverpool pinchó ante el Basilea, ocupando así el liderato en solitario y pudiendo visitar Anfield y recibir al Liverpool con cierta tranquilidad.

 El partido se ganó, básicamente por la superioridad en ataque de los blancos, pero los errores defensivos de hoy no se pueden permitir. El equipo sigue partiéndose, Illarra no daba abasto con todas las espaldas que tenía que cubrir, y los errores en la salida de balón eran aprovechados por los atacantes búlgaros para crear problemas. Los laterales suben sin control, pero cuando hay que volver, vuelven solos y nadie les ayuda. Bale ha dejado lo de defender para otro año, y si Cristiano y el delantero que salga tampoco colaboran, el equipo se queda sin tres jugadores menos en tareas defensivas. A todo esto, hay que añadir que Kroos, Modric y James o Isco, no son especialistas en defender, y esto se nota mucho en la recuperación de balón madridista. Se recupera el balón por posición, o por una buena presión, pero lo de correr hacia atrás no va en el ADN de estos jugadores. Por lo tanto, en cuanto el Real Madrid pierde el balón en posiciones intermedias, solo el mediocentro, los laterales si están, y los centrales van a poder defender. El resumen es un equipo roto, sin una idea para replegarse, y con urgencias para encontrar un equilibrio que no llega. Esto ya no es una cuestión de jugadores, o de los que ya no están, es una cuestión de solidaridad. Si los delanteros no ayudan, y los centrocampistas no se aplican, cualquier equipo puede crearle problemas en cuanto le robe el balón. Tiempo tiene para mejorarlo Ancelotti, pero si sigue así no faltarán días en los que Casillas tenga trabajo de más. Mientras el Real Madrid siga rompiéndose, seguirá sin ser un equipo, así que tienen bastante trabajo por delante, sobre todo los jugadores de ataque.

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