La suerte se viste de blanco
Tras la polémica por la sanción a Cristiano, que le permitía jugar el partido de Copa, llegaba el tan ansiado derby desde que se conocieran los emparejamientos de Copa. El partido no defraudó, y nos dejó tensión y enfrentamientos varios. Un derby de los de siempre, pero con poquito fútbol. El Real Madrid, que hizo más méritos que el Atlético, no merecía tanto premio, y quizá su rival no merecía tanto castigo. Con el 3-0, la eliminatoria queda casi resuelta, pero con el Atlético del Cholo en el Manzanares, nunca se puede decir nunca.
Las alineaciones eran las esperadas, salvo en los laterales madridistas, en los que Ancelotti optaba por la contención en vez de por el ataque. Arbeloa y Coentrao, más comedidos a la hora de subir que Marcelo y Carvajal, buscaban que no les cogieran la espalda los interiores colchoneros. Por su parte, en el Atlético, la baja de Villa era cubierta por el recién llegado Diego. El partido siguió el guión que se esperaba, un partido tenso y que se decidiría por pequeños aspectos. Desde el primer momento del partido, la defensa madridista se propuso desquiciar a Costa. El delantero colchonero, al que no hace falta demasiado para encenderlo, no rehuyó la batalla y plantó cara a toda la defensa madridista en cada una de las acciones en las que lo "buscaron".
En una jugada sin aparente peligro, un Pepe que se incorporaba al ataque recibía un balón de Di María cerca de la frontal. El portugués disparaba a puerta, aunque tras la repetición se veía que el balón no iba dentro. El disparo tocó en Insua, cambiando la trayectoria del balón y sorprendiendo a Courtois. El 1-0 cambiaba el partido, y el Madrid se veía más cómodo con el nuevo guión del partido. El Atlético, por su parte, dudaba en si ir a por el gol o aguantar un resultado que no era malo del todo para la vuelta. Los rojiblancos, con algo de razón, reclamaron dos penaltys sobre Costa, que de haberse pitado podrían haber cambiado el curso de la eliminatoria. El tanteo entre ambos seguía, y la primera parte terminaba sin ninguna ocasión de peligro para ninguno.
Comenzaba la segunda parte con cambio en el Atlético, Diego Ribas dejaba su sitio al Cebolla. De esta forma, Raúl García pasaba a jugar detrás de Costa y el Cebolla se iba a la banda. Sin embargo, el cambio no dio a Simeone los frutos deseados. El centro del campo atlético, comenzó a acusar el cansancio y comenzaron a aparecer los primeros huecos. En una gran jugada de Di María, tras dos amagos, el argentino asistía a Jesé con caño incluido. Miranda, que era el encargado de marcar al canario, dudó en tirar el fuera de juego o seguir al extremo madridista. La duda del central dio ventaja al canario, que con un ligero toque desvió lo suficiente para que Courtois no alcanzara el balón. Desde mi punto de vista, el belga podía haber hecho algo más en el gol, pero en su defensa diremos que la jugada fue demasiado rápida. El 2-0 ponía contra las cuerdas a los colchoneros, y daba alas a los blancos que ya tenían el partido y la eliminatoria donde querían.
Con el resultado en contra, el Atlético quiso dar un paso adelante. Sin embargo, en una acción con Di María, Costa veía la tarjeta amarilla que le impedirá jugar la vuelta. El objetivo madridista de "eliminar" al delantero rojiblanco para la vuelta, se había cumplido. Simeone decidió mover el banquillo, y metió a Adrián por un Arda que no estaba participando. Los cambios no daban sus frutos al argentino, y el Real Madrid controlaba el juego y el tempo del partido. El Cholo apuraba sus cambios, quitando a Raúl García para dar entrada a Sosa. Ancelotti no quería cambiar nada de lo que le estaba funcionando, e hizo un cambio pieza por pieza. Benzema dejaba su sitio a Morata, y de esta forma el Madrid seguía con el plan. En un córner a favor del Atlético, Godín remataba en el segundo palo lo que parecía un gol cantado. Con Casillas batido, Modric despejaba en la línea de gol. De haber marcado el uruguayo, la eliminatoria y el partido hubieran cambiado mucho, pero la gran acción del croata salvaba a su equipo. En la jugada siguiente, el balón acababa en los pies de Di María, que disparaba a puerta sin apenas peligro. Sin embargo, la mala suerte se cebaba de nuevo con los colchoneros y el tiro del argentino tocaba en Miranda. El balón, tras tocar en el central, desviaba completamente su trayectoria y despistaba nuevamente a Courtois.
El 3-0 era una losa para los rojiblancos, y Ancelotti comenzaba a mover el banquillo. Illarra, entraba por el cansado Di María y así aseguraba la posición y el dominio del balón por parte blanca. El Madrid mucho más suelto, ya solo se limitaba a aguantar el balón ante la nula presión atlética. Isco entraba por Jesé, y el partido moría en la posesión blanca. Un gran Modric, que jugó un enorme partido, dominó los minutos finales del encuentro. El árbitro pitaba el final y el Bernabéu respiraba, mientras los jugadores blancos celebraban en el césped el gran resultado conseguido. La otra cara de la moneda, eran los jugadores rojiblancos que se retiraban al vestuario conscientes de la oportunidad pérdida.
La eliminatoria queda prácticamente cerrada, salvo hecatombe blanca en el Calderón o proeza de los colchoneros. Ancelotti, que aprendió la lección del partido de ida en Liga, esperó a Simeone con laterales más cortos y con un centro del campo muy metido desde el principio. El trabajo de Di María y Modric, acompañó al del siempre bien colocado Alonso. Por parte atlética, Simeone tenía el mismo plan que en Liga, pero sus jugadores clave no aparecieron. Ni Diego, ni Arda, ni Koke, consiguieron conectar con un Costa que estuvo más pendiente de sus peleas con la defensa blanca que del balón. Un partido con mucha tensión que se jugó al límite del reglamento, donde quizá el árbitro debió pitar los dos penaltys a favor del Atlético y sacar alguna amarilla más a los blancos. El Real Madrid se toma la revancha de la Liga y de la última final de Copa, pero si yo fuera Ancelotti no me fiaría nada de este Atlético. La peor noticia para los colchoneros es la baja de Costa para la vuelta, que unida a la de Villa, deja el ataque Atlético en cuadro en ataque. Veremos que pasa en la vuelta, pero parece que la eliminatoria caerá del lado blanco. Hoy, en un partido igualado en el que el Madrid propuso un poco más, la suerte estuvo del lado merengue. Esperemos al desenlace, que seguramente no dejará indiferente a nadie.
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