San Mamés frena al Real Madrid

 Tras la derrota del Barça, y la victoria del Atlético de Madrid, el Real Madrid tenía la oportunidad de ponerse por delante de los culés y no perder la estela de los colchoneros. Sin embargo, el Athletic no iba a dejar que cayera la imbatibilidad de San Mamés. Esto nos deparó un partido muy competido, con dos partes muy diferenciadas, la primera para el Athletic y la segunda para el Madrid hasta el gol de Ibai y posterior expulsión de Cristiano.

 Saltaban los dos equipos al césped del nuevo San Mamés, con la intención de llevarse los tres puntos. Los bilbaínos, con la intención de afianzar su cuarto puesto, y poner tierra de por medio tras la derrota de la Real Sociedad en el Calderón. El Real Madrid, con la intención de poner distancia con el Barça tras su tropiezo en casa, y para no perder comba con el nuevo líder. La primera parte, nos deparó un partido disputado, pero en el que daba la sensación de que el Real Madrid no terminaba de encontrarse. Por regla general, cuando en el conjunto blanco, Xabi Alonso o Modric no entran en juego, el Real Madrid tiene un problema. Sin embargo, cuando ninguno de los dos lo hace, tiene uno muy gordo. Durante toda la primera parte, la presión de los de Valverde ahogó el centro del campo blanco. Ni el tolosarra, ni el croata, encontraban el balón ni el tempo del partido. Un inteligente Ander, tapaba a ambos cuando querían sacar el balón. A esta presión, contribuían Muniaín, Susaeta y sobre todo Mikel Rico e Iturraspe. Los dos medio centros del Athletic, hicieron una primera parte soberbia. Sobre todo Iturraspe, que al no ser presionado, tenía el centro del campo para él sólo. Alonso perseguía a Ander, y Modric a Mikel Rico. Esto dejaba al tercer hombre, Di María, centrado en hacer ayudas y no en tapar a los jugadores del centro del campo del Athletic. 

 Durante toda la primera parte, la presión rojiblanca atenazó el juego madridista. propiciando que ni Jesé, ni Benzema y sobre todo Cristiano entraran en juego. El Madrid no trenzaba una jugada de más de tres pases, y el Athletic recuperaba el balón sin apenas esfuerzo. Los laterales blancos, que suelen ser los que crean la superioridad en el centro del campo, se veían obligados a frenarse. Tanto Marcelo por la izquierda, cómo Carvajal por la derecha, no llegaban a incorporarse nunca al ataque porque el Madrid perdía el balón antes de que pudieran hacerlo. Esta situación, que puede parecer una anécdota, hacía recular a los blancos. El Real Madrid, que suele tener problemas con los equipos que le discuten el balón, se vio acorralado por los de Valverde. Por parte del Athletic, aún sin llevar un peligro claro, se intuía el posible riesgo para la zaga blanca. Pasaban los minutos, y el Athletic controlaba el juego y el balón. La ocasión más clara de la primera parte, fue para un Aduriz que casi sorprende a Diego López desde fuera del área. El delantero del Athletic. que trajo por la calle de la amargura a Ramos y Pepe, se creó una jugada de la nada para terminarla con un disparo que salió fuera por poco. La primera parte llegaba a su fin, y la impresión que dejaba era que si el Madrid quería llevarse algo de San Mamés, tendría que mejorar mucho en la segunda parte. 

 Tras la reanudación, el Real Madrid salió mucho más enchufado, bien por mérito propio o por el bajón físico de los bilbaínos. El centro del campo dejó de estar tan poblado, dejando así huecos para ambos equipos, beneficiando esto a los jugadores más frescos y con más velocidad. Valverde, consciente del bajón de su equipo, dio entrada a Iraola por un cansado De Marcos. El Madrid parecía volver al partido, y llevaba cierto peligro al área de Iraizoz. En una pérdida de balón de Iturraspe, el Madrid recuperó rápido y el balón cayó en los pies de Cristiano. El recién ingresado Iraola, no pudo seguirlo y el luso terminó centrando al área. Allí, el canario Jesé, se adelantaba a su defensor y ponía el 0-1 en el marcador. El partido parecía que se ponía cuesta arriba para los de Valverde, y el Txingurri decidió dar entrada a Ibai. El extremo vasco, nada más entrar en el campo, sacó una falta en tres cuartos de campo. Ramos despejó, y el propio Ibai, enganchaba el balón a bote pronto para firmar un gran gol ante el que nada pudo hacer Diego López. 

 Con el partido empatado, el Real Madrid se vio en la obligación de volver a ir a por el partido. En la primera jugada de ataque, Benzema cedía a Cristiano que lanzaba la pared. El balón impactaba en Gurpegui, y el luso pedía mano. Tras la protesta, Gurpegui empujaba a Cristiano y le decía que le había dado en el pecho. El luso, en una acción que sobraba, apartaba al navarro con un ligero manotazo en la cara. Esta acción, propició que Iturraspe se encarara con el portugués, que no rehuyó el enfrentamiento. Ambos juntaron sus cabezas, y Ayza Gámez, que será protagonista durante toda la semana muy a su pesar, decidía saldar la acción con amarilla para Iturraspe y roja para Cristiano. A falta de conocer el acta, se entiende que Cristiano es expulsado por agresión, por lo tanto podría perderse las semifinales de  Copa ante el Atlético. A partir de la expulsión, el partido cambió por completo. El Madrid se limitó a mantener su empate, y el Athletic no terminó de atreverse del todo a ir a por el mismo. Los cambios de Ancelotti, hacían ver que el italiano se conformaba con el punto, y Valverde tampoco se puede decir que arriesgara el todo por el todo. El resultado no se movió, y las tablas fueron el desenlace a un partido con dos partes bien diferenciadas. 

 El Real Madrid, se deja una oportunidad de oro de poner distancia con el Barça y de perseguir al Atlético. Por su parte, los rojiblancos se afianzan en su plaza Champions y siguen invictos en el nuevo San Mamés. Partido competido, del que desgraciadamente sólo se hablará por la expulsión de Cristiano.  La lectura final, es que el Athletic en casa es un hueso duro de roer, y que el Real Madrid sufre cuando le quitan la pelota tan descaradamente.