Un Atleti imperial

 El partido de esta noche en el Calderón, a pesar de algún que otro fallo defensivo, quedará en el imaginario colectivo de la afición colchonera. Tras el golazo de Costa, el Atlético se relajó, y casi le cuesta un disgusto.


 Comenzaba el partido con el impresionante gol de Costa, un gran centro desde la banda, era rematado de manera acrobática por el hispano-brasileño. En un gol muy parecido al que había marcado Cruyff años atrás, Costa hacía enloquecer a la afición colchonera. Sin embargo, y a partir de ahí, el Atlético pareció desmoronarse. El conjunto del Cholo se echó diez metros atrás, y el Milan que ya no tenía nada que perder, dio un paso hacia delante. Los minutos posteriores al gol, fueron de dominio milanista, y ese dominio se transformó en gol. En un despiste defensivo, en el que Godín y Miranda fallaron tras un centro lateral, Juanfran se vio obligado a ir a marcar a Ballotelli dejando a Kaká sólo. El brasileño, hoy capitán del Milan, remataba de cabeza sólo en el segundo palo. El balón tocaba en Juanfran, y hacía imposible la estirada de Courtois. La eliminatoria se ponía tensa para el Atlético, y el equipo volvió a dar un paso adelante. Un lanzamiento de Arda desde fuera del área, tocaba en Rami y despistaba a Abbiati. El gol enloquecía al Calderón, y ponía de nuevo la eliminatoria de cara. 

 Tras el final de la primera parte, los equipos salían al césped del Calderón con diferentes ideas. El Milan, sin nada que perder, daba entrada a Robinho para ir a por el partido. Se volvió a cumplir el guión de la primera parte tras el gol atlético, y el Milan volvió a intentarlo con más empuje que juego. Sin embargo, el gol de Raúl García a balón parado, el mejor del partido junto con Costa, sentenciaba el partido y la eliminatoria. El balón parado, arma fundamental de este Atlético, volvía a dar sus frutos con la colaboración de la defensa milanista. Gabi ejecutaba perfectamente el lanzamiento, pero el navarro remataba sólo tras bailar con la defensa milanista. A partir de ahí, el Milan bajó los brazos, y Costa remató el partido con el 4-1. El delantero atlético, que ha vuelto a demostrar que está en estado de gracia, marcaba el cuarto tras una nueva exhibición de sus facultades. Controlaba en el área, se adelantaba el balón con su gran zancada, para terminar cruzando el balón al palo largo de Abbiati. El 4-1 instauraba el estado de felicidad en el Calderón, y el Cholo por fin respiraba tranquilo. Con el pitido final, los rojiblancos se metían entre los ocho mejores equipos de Europa. 

 Con este resultado, el Atlético da un golpe encima de la mesa en sus aspiraciones europeas. A partir de ahora, comienza lo realmente duro, y aquí ya no se admiten fallos cómo el de hoy. En la siguiente ronda, el Atlético podría cruzarse con Real Madrid, Bayern, Barça, PSG o Chelsea, pero a día de hoy el equipo del Cholo no debería temer a nadie. Hora de disfrutar en la ribera del Manzanares, pero sobre todo de reconocer el mérito de este equipo y de su entrenador. Partido a partido, eliminatoria a eliminatoria, el sueño Atlético no se detiene.


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