The Boxing Day

 Cuenta la leyenda, que el termino Boxing Day, no es más que un día que los nobles británicos utilizaban para deshacerse de los regalos que no les gustaban cediéndoles estos a las clases más bajas. De ahí el termino Boxing Day, o día de las cajas en castellano. Ese es uno de las supuestos orígenes, pero no el único. Sin embargo en las islas británicas, y sobre en todo en la Premier League, es un sinónimo de día de fútbol.

 Esta tradición, ha ido alargándose a lo largo de los años. Ya no se concibe un Boxing Day sin jornada de Premier, ni tampoco creo que a los organizadores de la misma les interese. Día festivo en Gran Bretaña, después de otro festivo cómo el día de Navidad, se traduce en grandes afluencias a los estadios y grandes audiencias. La jornada comenzó hoy a las dos de la tarde con un Hull City-Manchester United, y el partido no defraudó.

 Los de Moyes, que cada partido Premier que juegan es una final para no desengancharse definitivamente de los puestos altos, salían a enfrentarse a los Tigers con la necesidad de ganar. Sin embargo, los de Manchester se encontraron con dos goles en el primer cuarto de hora de encuentro. Los de Old Trafford, se veían así en la obligación de levantar un resultado adverso fuera de casa, ante un equipo que encaja muy pocos goles. Smalling recortaba distancias en el minuto 20, y en el 26 Rooney marcaba su gol número 150 con los Red Devils. El partido se iba al descanso con tablas en el marcador, y en la reanudación los de Manchester tendrían su oportunidad de culminar la remontada. 

 Comenzaba la segunda parte, y el Hull City ponía en aprietos al Manchester a balón parado. Un cabezazo al larguero, ponía en alerta a los de Moyes. El técnico escocés decidía dar una vuelta de tuerca a su equipo, y en una decisión muy arriesgada, retirada del campo a Fletcher y daba entrada a Chicharito. De esta forma, el ataque de los Red Devils quedaba de la siguiente manera. Cleverly y Rooney de medio centros, Januzaj en la izquierda, Young en la derecha y arriba Wellbeck y Chicharito. A esto, hay que añadir que el lateral derecho de los de Manchester era Valencia, y el izquierdo Evra. El resultado, era el equipo más ofensivo que Moyes podía tener en el campo. Rooney se puso a organizar el juego de los de Moyes, en una posición que no es nueva para él, y en la que dio una lección de la clase y la entrega que tiene. El gol del Manchester, que se produjo tras un fallo defensivo del Hull, terminó con un centro de Young al área que Chester se introdujo en su propia portería. 

 Los minutos finales, en los que Moyes ya había dado entrada a Carrick que reaparecía, el Hull puso en aprietos a la defensa del United. Balones al área, y algún que otro peligroso córner, en los que De Gea mostró sus carencias en el juego aéreo. La inocente expulsión de Valencia, daba más emoción a un partido en el que los últimos minutos podían haber dado el premio que merecía al Hull. Sin embargo, un paradón de De Gea en el último minuto antes del añadido certificaba la victoria para los de Manchester. El equipo de Moyes no se descuelga, pero queda a expensas de lo que hagan los ocupantes de las plazas de honor de la parte alta de la tabla. El Boxing Day continúa, y nos seguirá regalando fútbol.

 Quizá el origen de esta festividad, que nunca ha quedado claro del todo, no fuera más que un día de fiesta para el servicio tras el duro día de trabajo de Navidad. Lo que si que está claro, es que la Premier nos hace un regalo navideño a todos los amantes del fútbol y de la Premier. Igual los dirigentes españoles, deberían tomar nota de estas tradiciones. Campos llenos, grandes audiencias y fútbol a raudales. Envidia sana.