El Celta cae en la niebla
El genio al que se le ocurrió poner el partido de hoy, entre Valladolid y Celta a las diez de la noche, debería tener ya su replica en el museo de cera. Cualquiera que conozca algo del estadio del Valladolid, sabe que jugar a esta hora en pleno invierno es poco más que una temeridad. Ya no por el frío, sino por la niebla. Además eligiendo este cómo partido en abierto, para que todo el mundo vea la inutilidad de una cámara que es imposible que con niebla y un balón amarillo permita ver el desarrollo del juego.
El cúmulo de despropósitos, viene cuando el arbitro elegido para el choque es uno de los peores de la categoría. Un arbitro con un poco de criterio, o incluso el delegado de campo de la federación, debería mandar sacar el balón rojo, que para algo está. Eso facilitaría la visión del balón para los jugadores, y sobre todo para el espectador. Pero el genio de los horarios, desconoce además que el campo del Valladolid está hecho a contraviento, es decir que siempre entrará la niebla. No llaman al campo de Pucela el de la pulmonía por casualidad, sino porque el viento entra de cara siempre. Pero bueno, eso es lo de menos. El arbitro, Teixeira Vitienes I, se encargó de estropear el partido con la expulsión de Charles. No sé si la expulsión es a expensas de algo que le dice su línea, o algo que sale de su propia cosecha. Pero un jugador que se está apartando, y que no quiere intervenir en la jugada, no tiene porque ser sancionado con tarjeta porque el portero tira el balón deliberadamente contra él.
Pero el Celta no puede excusarse en el árbitro tras su derrota de hoy, y debería hacer una pequeña reflexión de los goles que recibe. En el primero, que es un gran control de Javi Guerra, un centro desde banda derecha deja retratados a los dos centrales. Uno se queda mirando cómo le pasa el balón por encima, y el otro cómo Guerra controla y dispara sin apenas moverse. En el segundo tanto, en el que vuelve a pasar exactamente lo mismo, aunque esta vez el remate es de cabeza, la zaga celeste contempla cómo Guerra remata. Bien es cierto, que la colaboración de Yoel en el gol es inestimable. Tras el primer gol, Luis Enrique dio entrada en el campo a Orellana, que ahora parece contar para el técnico, y a Mina. El resultado de los cambios fue el siguiente, la banda izquierda desapareció con la aportación de Orellana. Mina puso voluntad, pero el remate sigue sin ser su punto fuerte. La duda que me queda, es porque terminaron el partido Rafinha y Augusto. El primero nunca llega más allá del minuto 70 sin pedir oxígeno, y el segundo estaba totalmente perdido sin Alex López en el campo. Sin embargo, Luis Enrique decidió cambiar a un central por otro. La entrada de David Costas por Fontás, espero que se deba a una lesión del central catalán, sino es que no tiene el más mínimo sentido. El resultado no fue otro que el tercer gol pucelano, Costas aún no se había colocado, y un nuevo centro al área dejaba retratada a la defensa celeste.
La conclusión, es que entre Teixeira I y los cambios de Luis Enrique, dejaron al equipo celeste sin tres puntos ante un rival directo y con un golaverage difícil de levantar en Balaídos. Veremos si consigue no ser atropellado en Bilbao en la vuelta de la Copa, y ver si se termina el año en casa con una victoria. Desde este blog una recomendación al genio de los horarios, pásese un día por Pucela a las diez de la noche de un mes de Diciembre y vea si es el momento ideal para jugar un partido en ese campo. Y para el comité de árbitros otra recomendación, este señor es árbitro internacional...Ahí lo dejo.
Comentarios
Publicar un comentario