España a casa

 Era ganar o morir para España tras el resultado de Holanda ante Australia, mientras que a Chile le valía el empate para depender de sí misma en la última jornada.

 Del Bosque retocaba su alienación, respecto a la que había jugado contra Holanda. Javi Martínez entraba por Piqué, y Pedro por Xavi. El seleccionador buscaba más profundidad con el canario, y más físico y velocidad en defensa con Martínez. Pero en cuanto comenzó el partido, se vio a las claras que el plan no funcionaba. Imprecisiones en la salida del balón, con Alonso y Busquets tapados y con Casillas dando pelotazos. Los centrales sufrían cuando debían sacar el balón, y los nervios atenazaban a los de Del Bosque.

 En una de esas imprecisiones, Alonso no encontraba a Alba y Alexis se subía en la moto. La defensa se quedó casi parada, y el balón terminó en los pies de Vargas, que tras driblar a Casillas, ponía el 1-0 en el marcador de Maracaná. El partido se ponía cuesta arriba para los de Del Bosque, y el partido pedía un enganche que se atreviera a recibir el balón. No se buscaba a Costa, no se encontraba a Iniesta y Silva estaba muy lejos. En una falta cerca de la frontal, Casillas despejaba mal, y ante la pasividad de la defensa, Aranguiz controlaba y enviaba a la red el gol que suponía el 2-0. Las caras de los españoles eran un poema, y la debacle parecía que se iba consumando. Lo mejor que podía pasar a los españoles era el descanso, y cuando este llegó las caras eran aún peores.

 Comenzó la segunda parte con el cambio de Koke por Alonso, buscando ese jugador que se atreviera a bajar a buscar el balón. El efecto Koke duró cinco minutos, en los que España controló el balón y dio alguna sensación de peligro. Busquets dispuso de la más clara, tras una chilena de Costa que el pivote envió fuera. Tras esa acción, ya no hubo más España. Torres entró por Costa, pero de nada sirvió. Ya no había presión, no había piernas y sobre todo no había cabeza.

 Se consumaba el fin de ciclo, y tras haber ganado todo, a España le tocaba hincar la rodilla. Bien es cierto, que esta selección ha escrito una página en la historia del fútbol que ya no puede ser borrada. Quizá haya sido el cansancio, la mala preparación, la presión o el acomodamiento, pero creo que los Xavi, Xabi Alonso, Casillas o Villa no merecen terminar así. Se acaba un ciclo histórico, y es el momento de dar paso a jugadores jovenes, como los Koke, Thiago, Isco y compañía. Quizá también sea el momento de dar también el relevo en el banquillo, y comenzar la fase de clasificación para la Eurocopa con un plantel prácticamente nuevo. España fracasa, y se vuelve a casa de la manera más cruel. Atrás quedan 8 años para la historia del fútbol, ahora queda esperar a ver quién sucede a España como campeona. Toca hacer autocrítica, ver que se ha hecho mal y en que se ha fallado. A mi juício, y desde el primer día, lo que falta es un plan B, pero tiempo habrá para buscar razones y culpables...
 

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