La valentía de Cesare Prandelli

 Tras el batacazo de Italia en el Mundial, sin esperar a reunirse con nadie, y en la rueda de prensa posterior al partido, el seleccionador italiano Cesare Prandelli presentó su dimisión. En los tiempos en los que vivimos, en los que las personas se aferran a sus cargos, el italiano ha dado un paso que muchos deberían plantearse más a menudo.


 Italia comenzó bien esta Copa del Mundo, en un partido contra Inglaterra que puede que sea uno de los mejores de este Mundial. Seguro que mucha gente ha reparado, en que también coincidió en que fue el mejor partido de Pirlo, y no es por casualidad. Si uno se para a ver ese partido, se dará cuenta de que Prandelli tenía una idea para cambiar el estilo futbolístico de los italianos. Prandelli apostó por un centro del campo creativo, con De Rossi cómo stopper, pero con una buena salida de balón con Verrati, Pirlo, Candreva y Marchisio. Arriba un Balotelli, que era el encargado de rematar la faena de los italianos. Italia ese día jugó bien, muy bien, ante un equipo que también quería jugar. El resultado fue favorable a los italianos, y todo hacía indicar que tras la gran actuación en la Euro en la que solo cayeron en la final ante España, este podría ser el Mundial de los transalpinos. Pirlo manejó el partido a su antojo, e incluso nos deleitó con una falta directa que podía haber sido uno de los mejores goles de este Mundial, pero solo el larguero evitó la culminación del partidazo del genio de Brescia.

 En el segundo partido esperaba Costa Rica, que venía de dar la sorpresa ante Uruguay. Un equipo rápido que podía buscar las cosquillas a la defensa italiana, y que sobre todo tenía más controlado el cambio de hora del partido. Podrá parecer una tontería, pero en ese partido Pirlo acusó el calor y la humedad, y cuando Pirlo estornuda, Italia se resfría. Los italianos se vieron desbordados por el ímpetu de los ticos, y sobre todo dieron una imagen de cansancio y agotamiento preocupantes. El resultado fue el gol de Bryan Ruíz, en el que toda la defensa italiana falla, incluyendo a Buffon que se quedó a media salida. Luego no hubo capacidad de reacción de los italianos, que ni encontraban el ritmo, ni encontraban a Pirlo que es más importante. Los italianos parecían jugadores retirados, jugando un partido al sol que los hacía ir a cámara lente, y eso no era el mejor escenario para levantar un partido. El partido dejaba a Inglaterra automáticamente fuera, y a Italia a un empate con Uruguay de pasar a la siguiente fase.

 Llegó el partido ante los uruguayos, para los que el encuentro se resumía en ganar o morir. La hora era la misma que en el partido ante Costa Rica, y el calor y la humedad parecidos. Sin embargo, los italianos no parecían sufrir tanto en la primera parte como contra los ticos, pero en la segunda parte llegó el momento que lo cambió todo. Una fea entrada de Marchisio, en la que la roja directa es discutible, hacía que los italianos se quedaran con diez. A partir de ahí, la consigna fue clara, defenderse hasta el final sin perder la posición, lo que parecía difícil viendo el agotamiento y la condición física italiana. Casano entraba por Immobile, Verrati dejó su sitio a Motta, y Balottelli que estaba desquiciado, ya lo había hecho en el descanso a Parolo. Italia se lo jugaba todo a no encajar un gol, y Buffon ya había tenido que lucirse ante un lanzamiento de Luis Suárez. El propio Suárez, debió ser expulsado por su mordisco a Chiellini, pero el árbitro y el línea hicieron caso omiso a la señal que había dejado en el hombro del defensa italiano. En una jugada que otrora los italianos nunca consentirían, Godín volvía a meter su gol de toda la temporada a la salida de un córner. Era la puntilla para los italianos, que veían como a nueve minutos del final se le iba la clasificación que tenía en las manos. Italia lo intentó con las armas que le quedaban hasta el final, incluso con Buffon como delantero centro, pero no hubo forma de marcar. Italia a casa, y se cumplía la desgracia de que Pirlo jugaba su último partido en un Mundial con la camiseta italiana.

 En la rueda de prensa, Prandelli anunciaba que dimitía al no haber conseguido el objetivo. En un gesto que le honra, el ya ex seleccionador, se hacía responsable del fracaso de la selección italiana. Minutos después, el presidente de la federación italiana también hacía lo mismo, dejando bien a las claras que el proyecto de Prandelli era un proyecto de todo el fútbol italiano. Prandelli apostó por el buen fútbol para triunfar con Italia, haciendo algo que los italianos no habían hecho nunca, poner el balón por delante de todo. El resultado es una final de Eurocopa, y el fracaso de este Mundial. Sin embargo, la lección debería servir a los italianos para que descubran el nuevo camino, y no vuelvan a los tiempos en los que un jugador como Pirlo no tenía sitio en la selección. Si siguen el estilo de Prandelli, y trabajan en juntar a más jugadores como Verrati y compañía, el legado de Prandelli les hará campeones seguro o por lo menos les hará llegar lejos. Si vuelven a lo de siempre, habrá sido todo en vano, pero algunos podremos decir que vimos a Italia jugar muy bien al fútbol. La pena es que Pirlo no volverá a jugar en un Mundial, pero siempre nos quedará la memoria y los vídeos para recordar al genio de Brescia. Desde aquí mi aplauso a Prandelli, que seguro que es el de muchos.

 Grazie Cesare.

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