Iago Aspas, orgullo de campeón
El flamante fichaje del Liverpool, y no es por llenar de pompa este artículo, basta con comprobar la expectación que ha levantado en Inglaterra, ha aterrizado en la Premier como muchos otros españoles este verano. Con mucho menos nombre que los que lo han acompañado en el viaje hacía las islas, pero con tanta o más calidad que ninguno. El juego del nuevo Red, se adapta muy bien al estilo Premier.
Celtista de corazón y de cuna, desde pequeño tuvo claro que quería triunfar en el Celta, el club de sus amores, a la temprana edad de 11 años ya militaba en las categorías inferiores del club vigués. Una velocidad endiablada y un desequilibrio mortal cuando va en carrera eran sus mejores armas, unido a una pierna izquierda de seda, hicieron del moañés una de las perlas de A Madroa. Todos los que conocen personalmente a Iago, dicen que es un chico tímido, familiar, generoso y cercano, pero cuando Iago entra en un campo de fútbol se transforma. Es como si el Iago que conocen sus familiares y amigos se quedará a la puerta del estadio, como haría si no jugase, con su bufanda y animando a su equipo. El Iago que entra en el vestuario y se calza las botas, es un rebelde del balón, un inconformista, un luchador, un jugador al que su orgullo no le deja rendirse. Todo lo que se interponga entre él y el balón es susceptible de lucha, esa lucha a veces se dirige a los rivales y traspasa el límite reglamentario, el problema es que Iago nunca rehuye la batalla, ya sea con el arbitro, con el línea o con un contrario y a veces cae en la trampa, como le sucedió con Marchena. Sé que tras esa jugada aprendió la lección, pero seguirá pelando cada balón como si fuera el último, porque Iago es así, pelea,pelea y pelea hasta que no puede más.
La movilidad que lo ha convertido en objeto de deseo de grandes clubes de España y Europa, es lo que puede hacer que Iago marque la diferencia en Inglaterra, ganando la espalda a los centrales o incluso entrando desde segunda línea. La mayoría de los equipos ingleses juegan con centrales corpulentos que no rehuyen el choque y Iago no tardará en tener algún encontrozado, pero confío en que su compañero Luis Suárez le informe de como se las gastan los British con las salidas de tono. Cuenta con unos compañeros de juego que van a facilitar su rápida adaptación a la Premier, tanto Coutinho como Borini o incluso el español Luis Alberto no tardarán en asociarse a Aspas. Su buena definición y su velocidad pueden dar mejor resultado que el que dio Torres en su primer año Red, si es así, el Liverpool habrá fichado muy barato a un jugador muy bueno, sino Iago seguirá luchando, como siempre.
Cuando la temporada termine, el Iago que entra al campo, dará paso al Iago que se refugia en Areacova con sus amigos, juega la partida después de comer y duerme la siesta en casa de su madre, pero todo eso será después de que The Kopt se haya cansado de cantar el: "Iago Aspas, liv´poll number nine".
Boa sorte Iago
Celtista de corazón y de cuna, desde pequeño tuvo claro que quería triunfar en el Celta, el club de sus amores, a la temprana edad de 11 años ya militaba en las categorías inferiores del club vigués. Una velocidad endiablada y un desequilibrio mortal cuando va en carrera eran sus mejores armas, unido a una pierna izquierda de seda, hicieron del moañés una de las perlas de A Madroa. Todos los que conocen personalmente a Iago, dicen que es un chico tímido, familiar, generoso y cercano, pero cuando Iago entra en un campo de fútbol se transforma. Es como si el Iago que conocen sus familiares y amigos se quedará a la puerta del estadio, como haría si no jugase, con su bufanda y animando a su equipo. El Iago que entra en el vestuario y se calza las botas, es un rebelde del balón, un inconformista, un luchador, un jugador al que su orgullo no le deja rendirse. Todo lo que se interponga entre él y el balón es susceptible de lucha, esa lucha a veces se dirige a los rivales y traspasa el límite reglamentario, el problema es que Iago nunca rehuye la batalla, ya sea con el arbitro, con el línea o con un contrario y a veces cae en la trampa, como le sucedió con Marchena. Sé que tras esa jugada aprendió la lección, pero seguirá pelando cada balón como si fuera el último, porque Iago es así, pelea,pelea y pelea hasta que no puede más.
La movilidad que lo ha convertido en objeto de deseo de grandes clubes de España y Europa, es lo que puede hacer que Iago marque la diferencia en Inglaterra, ganando la espalda a los centrales o incluso entrando desde segunda línea. La mayoría de los equipos ingleses juegan con centrales corpulentos que no rehuyen el choque y Iago no tardará en tener algún encontrozado, pero confío en que su compañero Luis Suárez le informe de como se las gastan los British con las salidas de tono. Cuenta con unos compañeros de juego que van a facilitar su rápida adaptación a la Premier, tanto Coutinho como Borini o incluso el español Luis Alberto no tardarán en asociarse a Aspas. Su buena definición y su velocidad pueden dar mejor resultado que el que dio Torres en su primer año Red, si es así, el Liverpool habrá fichado muy barato a un jugador muy bueno, sino Iago seguirá luchando, como siempre.
Cuando la temporada termine, el Iago que entra al campo, dará paso al Iago que se refugia en Areacova con sus amigos, juega la partida después de comer y duerme la siesta en casa de su madre, pero todo eso será después de que The Kopt se haya cansado de cantar el: "Iago Aspas, liv´poll number nine".
Boa sorte Iago
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