El Levante frena al Atleti

 En el partido en el que parecía que los colchoneros se acercarían a su deseado título de Liga, el Levante de Caparrós tendió una de las famosas emboscadas que prepara el técnico utrerano.


 El Atleti, que venía de la exhibición de Stamford Bridge, salía al Ciudad de Valencia con todo su arsenal ofensivo. Costa, Villa y Raúl García, acompañados de Koke, Gabi y Tiago tenían la misión de sobrepasar el muro que levantó Caparrós en el centro del campo y la defensa. Dos líneas de cuatro muy juntas, en las que el Atleti se veía acorralado sin remedio. Pronto todo se torció para los colchoneros, cuando en un error impropio de este equipo, Filipe Luis se metía un gol en propia puerta a la salida de un córner. Diego Costa fallaba en el marcaje en el primer palo, y tras esto el balón tocaba en el pecho del lateral brasileño para colarse sin remedio en la portería de Courtois. A partir de ahí, el Atlético de Madrid tuvo que ir contracorriente todo el partido. El Levante, consumado especialista en defenderse, solo tenía que aguantar las embestidas colchoneras. Bien es cierto, que todo habría cambiado si el línea no levantara la bandera en dos claras internadas de Costa que se quedaría sólo ante Navas. El Atleti veía pasar los minutos, y un gran Keylor Navas, acompañado de su férrea defensa, frenaron cualquier intento colchonero por levantar el 1-0. Antes del descanso, Simeone hablaba con Arda consciente de que tenía que cambiar algo. 

 A la vuelta del entretiempo, Adrián entraba por Villa y Arda por Raúl García. Simeone buscaba movimiento de balón para tirar el muro levantinista, pero ya fuera Keylor Navas o algún defensa, el balón siempre salía despedido del área de los de Caparrós. Keylor Navas, que se encargó de demostrar por qué es uno de los mejores porteros de la Liga, hizo una de las paradas del partido tras golpear el balón en uno de sus compañeros. El Cholo, quemaba sus balas y daba entrada a Diego Ribas por Koke. Quizá este fue el gran error de Simeone, que prefería no mover su centro del campo por riesgo a una contra del Levante, a arriesgar dejando a Koke cómo medio centro. Sin embargo, como si de la Ley de Murphy se tratara, en la única ocasión clara del Levante en todo el partido, Barral mataba el sueño de la remontada atlética. En una contra que parecía inofensiva, el balón acababa en los pies del gaditano que batía a Courtois. A partir de ahí ya no se jugó, una porque el Levante no quería y otra porque el Atlético acusó el cansancio de Stamford Bridge y su falta de ideas. El Atleti careció de frescura, de velocidad y un plan para atacar a un Levante que jugó sus cartas de manera excelente. Caparrós nunca ha engañado a nadie, y este Levante lleva siendo durante muchos años uno de los equipos más difíciles de batir, sobre todo en el Ciudad de Valencia. Simeone sabía que partido le iba a esperar en Valencia, pero aún así no pudo hacer nada para que su equipo pudiera batir a Navas. Solo un tiro de Adrián, que terminó estrellándose en el palo, hizo soñar a los colchoneros con una posible remontada.

 Quizá este era el partido clave para el Atleti, que ahora debe ganar sí o sí sus dos partidos para ser campeón. La clave será el partido de la semana que viene ante el Málaga, donde si el Atleti es capaz de ganar a los andaluces tendrá en su mano ser campeón. Tendría que presentarse en el Camp Nou y ganar al Barcelona, que tras el pinchazo de hoy de los colchoneros, vuelve a tener una chance de llevarse el campeonato. A falta del resultado del Real Madrid, la Liga parece que vuelve a apretarse. Nos quedan las dos últimas jornadas en las que se decidirá el título, pero el Atleti sigue dependiendo de sí mismo, aunque ahora mismo tiene más presión que antes de empezar el partido de Valencia. Veremos que pasa, pero parece que Caparrós y su equipo han dado vida a esta Liga. 





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