Cara y cruz para los africanos en el Mundial

 Con la eliminación ayer de Argelia y Nigeria, a manos de Alemania y Francia respectivamente, se termina la participación de los equipos africanos en el Mundial. El balance no puede decirse que sea positivo, pero tampoco negativo del todo.


 Comenzó el Mundial con escándalo en Camerún, por el sempiterno problema de las primas que se prometen, pero que nunca se cobran. Esto hizo que los cameruneses, incluso se plantearan el no acudir a la cita de Brasil. Una vez allí, los problemas internos no tardaron en llegar. La imagen de Eto´o dando la charla previa en el entrenamiento anterior al debut ante México, dejaba muy a las claras quién llevaba la voz cantante en los "Leones Indomables". Una vez en el campo, los cameruneses fueron incapaces de superar a México, que aprovechando los errores defensivos de los cameruneses , se llevaron los tres puntos. El poderío físico de los Leones es indiscutible, pero siguen fallando en cosas básicas, como en la salida de balón o en las ayudas defensivas. Ante Croacia la historia fue parecida, y el conato de pelea entre Ekotto y Moukandjo dejó bien a las claras la falta de unión entre los de Camerún. En un partido en el que Eto´o fue baja, salieron a la luz de nuevo todos los problemas defensivos e internos. La pueril expulsión de Song, con una entrada que no venía a cuento, echaba por tierra el sueño camerunés de pasar a octavos. En el partido final contra Brasil, el papel de los africanos fue meramente testimonial. Camerún se iba del Mundial sin puntuar, con una imagen de caos interno total, jugadores peleados, conflictos con la federación y un entrenador que parecía que pintaba más bien poco. 

 En el grupo C teníamos, la que para mí era la mejor selección africana del torneo, Costa de Marfil. Llegaban los Elefantes con la mejor selección de su historia, con sus estrellas en madurez, como los hermanos Touré, Gervinho, Kalou, Zokora y el veterano Drogba y parecía que esta vez sí que harían algo importante. La sensación era que a nada que los Elefantes mantuvieran el rigor defensivo, harían un buen papel. Además llegaban con una de las estrellas de la Premier capitaneando el equipo, un Yaya Touré que era una de las figuras del Mundial. Sin embargo llegada la cita, todo pareció diluirse, y cuando sufrieron en el debut para doblegar a Japón, comenzaron las dudas. En aquel partido "after hours", tuvieron que tirar de Drogba, que fue suplente, para imponerse a los nipones. En la segunda jornada, tocaba enfrentarse a la revelación, y los Elefantes cayeron ante Colombia en un partido de ida y vuelta. Quedaba la jornada final, a la que llegaban con claras opciones de pasar, pero a mitad de semana llegó la noticia que sacudió la concentración, el hermano de los Touré había muerto y se iban a Manchester a despedirlo. Un golpe así desconcentraría a cualquier equipo, y con la duda de si los hermanos volverían a tiempo se preparó el partido ante Grecia. Al final ambos llegaron, y fueron de la partida en un partido en el que el empate era suficiente para pasar. Se adelantaron los griegos, con el gol de Samaris, pero el empate de Bony en la segunda parte daba la clasificación a los marfileños. Sin embargo, y con todo de cara para matar el partido, Yaya se entretuvo demasiado en una contra que les hubiera dado el pase. Quizá Yaya estuvo demasiado egoísta, buscando ese gol que dedicaría a su hermano, y los marfileños terminaron pagándolo. En el último minuto, y en un penalty demasiado inocente, Samaras caía en el área marfileña y el árbitro pitaba penalty. El propio Samaras lo marcaba, el sueño marfileño se esfumaba y la generación de oro de Costa de Marfil se iba sin haber hecho nada importante en un Mundial. Otra vez más, en el estigma que persigue a los equipos africanos, un error defensivo los dejaba fuera del Mundial. 

 Ghana por su parte, caía en uno de los grupos de la muerte de este Mundial. Portugal, Alemania y USA eran sus acompañantes. En su primer partido, ante los siempre sorprendentes americanos, un partido vibrante acabó con la victoria de los americanos. Nuevamente, los fallos en defensa de los ghaneses dieron la ventaja a los americanos. El gol de Dempsey nada más comenzar, y el segundo a la salida de un corner, condenaron a los ghaneses. En el segundo partido ante Alemania, una de las favoritas, los de Apiah hicieron sufrir a los alemanes. Corriendo a la espalda de los centrales alemanes, y haciéndose con el partido en algunas ocasiones, arrancaron un empate a los teutones en un gran partido. Con la clasificación en su mano, a expensas del biscotto entre alemanes y americanos, afrontaban la jornada final ante Portugal. Sin embargo, y como no podía ser de otra forma, las famosas primas volvieron a aparecer. Los ghaneses reclamaron ver el dinero antes de jugar, e incluso hubo que enviarles el dinero para que accedieran a presentarse en el último partido. En medio de todo el jaleo, Boateng y Muntari, pesos pesados de la selección, eran expulsados de la concentración por agredir a miembros del cuerpo técnico e incluso se rumorea que al entrenador. En el partido, con una Portugal que necesitaba golearlos, los ghaneses pusieron ganas y entrega, sobre todo su capitán Gyan, pero un gol en propia puerta y un error de su portero dieron la ventaja a los portugueses. Así se terminaba el Mundial para Ghana, con un brillante partido ante Alemania, pero condenado por sus errores defensivos y los de su portero. 

 Los nigerianos por su parte, comenzaron el torneo jugando contra Irán, en un partido que no pasará a la historia por su juego, y en el que los dos no querían perder para tener chances de clasificación en lo que quedaba de grupo. En el segundo, y ya teniendo que dar un paso adelante, los nigerianos superaron a Bosnia por la mínima y afrontaban el partido ante Argentina con cuatro puntos. Argentina esperaba ya clasificada, y lo que le quedaba era decidir si querían ser primeros de grupo o no. A Nigeria le valía el empate, ya que dependía del resultado de Irán, que teminaría perdiendo con Bosnia y dándole así la clasificación a los nigerianos. En el partido contra Argentina, las águilas comenzaron a soltarse y dieron una muestra del partido que harían ayer en octavos. Llegados ya al cruce, el partido contra Francia  parecía que sería un paseo para los franceses, pero los nigerianos sorprendieron a propios y extraños. Con una presión alta, y buscando la espalda a los tres pivotes franceses, los nigerianos dominaron el partido durante la primera media hora del partido y en la media hora de la segunda mitad. Sin embargo, la falta de acierto de cara a puerta, la lesión de Onazi y el bajón físico en los dos últimos cuartos de hora, condenaron a los nigerianos. Cuando todo parecía abocado a la prórroga, un error de Enyeama, que despejaba mal en un corner, caía en la cabeza de Pogba que ponía por delante a Francia. Ya casi no quedaba tiempo, y las fuerzas se habían diluido hace tiempo. En un nuevo error defensivo, y otra vez a la salida de un corner, llegaba el segundo de los franceses. Nigeria caía con la cabeza alta, pero otra vez condenada por un error defensivo que los enviaba a casa. 

 La última en caer, y quizá la que más mereció junto a Nigeria, fue la selección de Argelia. Los zorros del desierto, únicos representantes que no pertenecían al África negra, comenzaron el torneo perdiendo contra Bélgica, que a priori era favorita. En el segundo partido, y ante un rival de menos enjundia como Corea, los argelinos golearon por 4-2 a los coreanos con uno de los mejores goles del Mundial en una jugada entre Brahimi y Feghouli. Los argelinos, tenían por lo tanto en su mano la clasificación si conseguían empatar con Rusia. Cuando todo parecía perdido, tras el gol inicial de Kokorin, un regalo de Akinfeev daba la oportunidad de empatar a los argelinos, que empataban el partido y se metían en octavos. Ayer, al igual que Nigeria, nadie esperaba que Argelia opusiera tanta resistencia ante los alemanes. Sin embargo Argelia, con un planteamiento defensivo excelente, y aprovechando las debilidades defensivas de Alemania, pusieron en serios problemas a los de Low. Sabiendo de la debilidad de sus laterales, que son centrales reconvertidos, Feghouli y Soudani percutían en banda para buscar a Slimani, pero la falta de acierto, y un bien colocado Neuer frustraban todas las ocasiones argelinas. Cuando terminaron los noventa minutos, Argelia estaba ya destrozada físicamente, y anhelaba los penaltys. Sin embargo, en una jugada en la que Schurrle tuvo demasiada suerte en el remate, Alemania se ponía por delante en el primer minuto de la prórroga. Argelia ya no tenía fuerza, y atacaba con corazón, pero los calambres y el cansancio hacían mella en los argelinos. Con todos ya cansados, Özil ponía el segundo para los alemanes y parecía sentenciar el partido. Pero el orgullo argelino pudo más que el cansancio, y en un último arreón consiguieron marcar un gol que se merecían haber conseguido antes. El partido terminaba y Alemania se clasificaba, pero el Mundo del fútbol aplaudía a Argelia por su valentía y por su orgullo. 

 Así terminaba la participación de África en el Mundial, con dos selecciones que dieron la cara ante dos claras favoritas, pero con la sensación de que podían haber llegado más lejos. Por eso el sabor es agridulce, porque Nigeria y Argelia han llegado lejos, pero Camerún, Ghana y Costa de Marfil han vuelto a casa demasiado pronto. Siempre he pensado que el futuro del fútbol está en África, ya que el poderío físico y la mejora técnica en los últimos años ha sido grande, pero aún se debe mejorar en la competitividad y en la táctica. Ayer sin ir más lejos, Nigeria no fue capaz de rematar un balón en jugada de estrategia, porque no las tenían preparadas y Costa de Marfil, con la clasificación conseguida, se fue al ataque en vez de conservar el balón y firmar su pase. Sigue faltando oficio en las selecciones africanas, además de cierto rigor defensivo, pero estoy seguro que en un futuro no muy lejano, alguna selección africana dará la sorpresa. Una de las ventajas, es que cada vez los jugadores vienen más jóvenes a Europa, aprenden a competir y algunos fundamentos que hasta ahora no se veían en las selecciones. Aún hay mucho por pulir, pero el futuro del fútbol es África y estoy seguro que tarde o temprano acabarán dominando.  

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