Al Atleti le faltó el gol

 Cuarenta años después, el Calderón se preparaba para la noche más esperada de su historia reciente. La afición colchonera, sabía que era la última oportunidad en esta Champions de demostrar lo que es capaz el Calderón. La afición no falló, ni tampoco el Atlético que dominó el encuentro, pero el muro de Mourinho y la falta de acierto colchonera depararon las tablas finales.

 Mourinho planteó el partido al empate, cómo hace siempre en la ida de sus eliminatorias, sea quién sea el rival. Si Mou se encuentra con un gol, bienvenido sea, pero no va a arriesgar ni un poco para conseguirlo. La alineación del Chelsea, se veía condicionada por la baja de Ivanovic, que no pudo jugar por acumulación de tarjetas. En su lugar, Azpilicueta ocupaba el lateral derecho, dejando el izquierdo para un Ashley Cole que llevaba cinco meses sin jugar. El resto lo esperado, Terry y Cahill de centrales, David Luiz de pivote defensivo y Lampard y Ramires acompañándolo. Willian de interior izquierdo, para apoyar en la defensa al "debutante" Cole. Arriba, un Fernando Torres que se veía en la tesitura de jugar ante el equipo de su vida. El de Fuenlabrada, ni siquiera tuvo oportunidad de crear un atisbo de peligro a la portería del también protagonista Courtois. Por el Atlético de Madrid, la alineación deparó la sorpresa de Mario Suárez y Diego Ribas, por lo menos para mí. La alineación era la de siempre, con Courtois, Juanfran, Godín, Miranda, Filipe, Mario, Gabi, Koke, Raúl García, Diego y Costa. La titularidad del brasileño, dejaba bien claro que Simeone buscaba más talento que verticalidad, dejando a Villa en el banquillo. Mario Suárez por su parte, ocupaba el pivote del centro del campo rojiblanco. Koke y Gabi lo acompañaban en la presión, dejando la creación a Diego. Quizá uno de los fallos del Atlético, fue no dejar más libertad a Koke para que enlazara con Diego y con Costa. El poblado centro del campo blue, dejaba poco sitio a la imaginación. Mourinho no dejaba un hueco para respirar a la creación atlética, que enviaba el balón a las bandas buscando oxígeno. 

 Sin embargo, el planteamiento de Mourinho se veía trastocado en el minuto quince. Tras un saque de esquina, en el que Koke casi consigue el gol olímpico, Cech se lesionaba en la caída. El guardameta checo, caía mal sobre su hombro y abandonaba el campo. En su lugar, entraba un Schwarzer que a sus cuarenta y un años se encontraba ante el mayor desafío de su carrera. La sustitución, hizo que el Chelsea se echara un poco más atrás y el Atlético comenzó a irse con más decisión hacia arriba. El balón parado era la opción más clara para los de Simeone, pero el Atlético no acertaba a colocar el balón donde de verdad hacía daño al Chelsea. Ese sitio era el segundo palo, pero más allá del palo para que la jugada continuase. La defensa blue, siempre bien colocada, conseguía alejar de su área todos los balones que el Atlético intentaba meter en su área. El partido era un monólogo, pero el Chelsea también tenía opciones a balón parado. En una muy buena maniobra, Mourinho colocaba a Obi Mikel y David Luiz delante de Courtois para impedirle el movimiento. Sin embargo, el meta belga, solventó todas las situaciones con una clase y calidad al alcance de muy pocos. Seguramente, Mourinho querría tenerlo para la vuelta, en vez de tenerlo enfrente. 

 La segunda parte, comenzaba con el mismo guión y parecía que no cambiaría. El Atlético buscando soluciones en las bandas, ya que el centro estaba completamente cerrado. Pero para desgracia rojiblanca, el balón nunca llegaba en buenas condiciones a los rematadores atléticos. Raúl García fue el que más peligro llevó a la meta de Schwarzer, ya que entraba desde atrás y siempre conseguía rematar. Quizá se echó en falta algún lanzamiento lejano de los colchoneros, ya que solo Mario probó a un portero que debería haber acusado la inactiviidad y los nervios. Mourinho, consiguió anular a un Diego Costa que no tuvo ninguna ocasión de peligro clara. Filipe y Juanfran eran las armas del Atlético para crear superioridad, pero la ocasión clara no llegaba. Simeone movía el banquillo, y daba entrada a Arda por el brasileño Diego. El objetivo, no era otro que crear aún más superioridad en las bandas y esperar a una genialidad del turco. Arda combinó bien, pero siempre lejos del área del Chelsea. Gabi vio la tarjeta amarilla que le impedía jugar la vuelta, al igual que Lampard, algo que creo que perjudica más al Chelsea que al Atlético. Sosa entraba por Mario, en un claro cambio ofensivo de Simeone, que se iba a por el partido. Pero el guión no cambiaba, la defensa del Chelsea no se movía ni un ápice ni tampoco fallaba. En una nueva mala noticia para Mou, Terry se lesionaba y abandonaba el campo, dejando su sitio a Schurrle. Esto, deja al de Sétubal sin su columna vertebral para la vuelta. Cech, Terry y Lampard no podrán jugar la vuelta y eso puede que sea demasiado para Mourinho. La mala noticia para Simeone, es que Raúl García abandonaba el campo lesionado. En su lugar, entraba Villa, que solo disponía de diez minutos para conseguir el gol. Este no llegó de ninguna de las maneras, y el 0-0 era el resultado final. 

 Todo de decidirá en la vuelta, cómo Mourinho quería, sin ventaja Atlética y con la meta a cero. Simeone no debe de estar contento, ya que sabe que Mourinho le cederá el balón de nuevo en Stamford Bridge y eso al Cholo no le gusta. Creo que hoy, Simeone, se ha equivocado en los cambios y en el planteamiento. De haber sido un poco más "valiente", quizá hubiera conseguido un resultado mejor para la vuelta. De todas formas, el resultado no es para nada desfavorable para los rojiblancos, pero Stamford Bridge es una trampa para cualquier equipo y más con Mourinho. El Chelsea estará plagado de bajas, pero sigue siendo el Chelsea y tiene esa pizca de suerte que siempre le favorece. Eliminatoria igualada, pero con muchas opciones para el Atlético. Lisboa espera, y solo queda un paso. Cuarenta años después, el Atlético está a un gol de repetir final. Ya no es cuestión de ir partido a partido, ahora solo queda uno y es el más importante. Veremos.