El Madrid y el PSG golpean primero

 En la segunda jornada de los cuartos de final de la Champions, no podemos decir que se produjeran sorpresas flagrantes, pero sí que el PSG encarrilló su eliminatoria ante el Chelsea. Además, el Real Madrid, encauzó su eliminatoria contra el Borussia, y salvo catástrofe estará en las semifinales de la máxima competición europea. 


 El Bernabéu se preparaba para una de sus noches grandes, la baja de Di María por un proceso estomacal, hacía que Isco fuera de la partida. El malagueño, que participó más que nunca en la presión blanca, cumplió con la labor de sustituir al argentino. Desde el primer minuto, la presión madridista, superó a un Borussia que dista mucho de aquel equipo que deslumbró a Europa el año pasado. Las bajas del equipo de Klopp, condicionan mucho el juego del equipo alemán. Bien es cierto, que los primeros minutos madridistas, en los que llegó el gol de Bale, hicieron que el partido y la eliminatoria siempre fueran cuesta arriba para los de Dortmund. Bale, que enganchó un balón en la frontal del área, salvó la salida del meta alemán con suave toque de puntera para poner el 1-0. A partir de ahí, el Madrid incrementó su presión, y el Borussia no era quién de mover el balón con criterio. Un Sahin al que está claro que no se le da bien el Bernabéu, no consiguió hacerse con el balón en ningún momento del partido. La gran labor del centro del campo madridista, unido al gran partido de la línea defensiva, mención aparte para Pepe, hicieron que el Borussia casi no llevara peligro a la meta blanca. 

 Los fallos defensivos de los alemanes, cómo en el primer gol, siguieron sucediéndose durante la primera parte. En otro de esos errores, el balón caía en los pies de Isco. El del Arroyo de la Miel, en uno de sus movimientos característicos, tumbaba al portero con la cadera y ajustaba al palo corto. El 2-0  hacía presagiar una noche plácida para los blancos, pero la relajación de los de Ancelotti casi les cuesta una mala pasada. A partir del segundo gol, el Madrid dejó de presionar tan arriba, y el Borussia comenzó a encontrar la espalda del centro del campo y la defensa blanca. Si Aubumeyan, Reus y compañía estuvieran más acertados, el Madrid podría haberse llevado un susto. La primera parte terminaba, y la sensación es que el Madrid podía matar a la contra. 

 En el segundo tiempo, nadie movió el banquillo, y el Real Madrid marcó el ritmo durante unos minutos. Sin embargo, el oxígeno parecía no llegar a los pulmones de muchos jugadores madridistas. Entre ellos Cristiano, que desde el principio de la segunda parte parecía demasiado cansado. Al igual que él, Benzema, Modric y el propio Isco. El Borussia dio un paso adelante, y el Madrid encontraba más huecos. En un nuevo error defensivo del Borussia, Modric asistía a Cristiano, que con mucha tranquilidad batía al meta alemán. Tras el tercero, se acabó el partido. El Borussia lo intentaba y el Madrid ya no podía. Isco fue el primero en abandonar el campo, e Illarramendi entraba por el malagueño para apuntalar el centro del campo. El siguiente fue Benzema, que dejaba su sitio a Morata para los minutos finales. Cuando el partido ya no tenía historia, Cristiano se tiraba al suelo y el Bernabéu enmudecía. Con el luso en el suelo saltaban las alarmas, pero Cristiano abandonaba el campo por su propio pie. Parecía más una retirada a tiempo que una lesión clara, y Casemiro entraba para fortalecer aún más el centro del campo. Con el partido casi terminado, Bale podría haber sentenciado la eliminatoria para los blancos, pero el galés estuvo demasiado individualista. El Borussia dispuso de sus ocasiones, pero unas veces Pepe y otras la lentitud de los delanteros alemanes, dieron al traste con cualquier atisbo de ocasión alemana. El Real Madrid deja casi sentenciada la eliminatoria, pero el campo del Borussia siempre es difícil, y la vuelta de Lewandowski despertará viejos fantasmas en la zaga blanca. Pero muy mal se tendría que dar el encuentro de vuelta para los blancos, para no pasar a la siguiente ronda. 

 Mientras tanto, en Paris, Mourinho sorprendía con una alineación sin delantero. Con Schurrle cómo punta de ataque, el portugués sacaba un equipo netamente defensivo. Con Terry y Cahill cómo pareja de centrales, y David Luiz por delante haciendo pareja con Ramires. De referencias ofensivas, la tripleta ofensiva de siempre. Oscar, Hazard y Willian, dispuestos a salir en estampida. Por su parte el PSG, salía con su equipo de gala, con Zlatan, Cavani y Lavezzi cómo puntas de lanza. El primer revés para el Chelsea, fue el tempranero gol de Lavezzi. A los tres minutos, el equipo londinense, se encontraba con un revés que no esperaba. Mourinho, poco amigo de recibir goles en los partidos de ida, no daba crédito a lo que veía. Sin embargo, cuando parecía que el PSG se iría a por más goles, el Chelsea tomó el mando del partido. Al contrario de lo que podría parecer, los londinenses se hicieron con el control del juego y las ocasiones. El PSG parecía desarbolado, buscando una contra que no llegaba. Un superlativo Hazard, llevaba el peso del equipo de Mou. El premio al juego blue, llegó cuando el colegiado pitaba un penalty a favor del Chelsea. Hazard, con una tranquilidad pasmosa, ejecutaba el penalty y ponía el 1-1 en el marcador. A partir de ahí, el Chelsea dio un pequeño paso atrás y el partido se igualó.

 A la vuelta del descanso, el guión del partido fue el mismo. Mou dio entrada a Torres, para intentar coger la espalda de la siempre bien colocada defensa gala. Pero en una falta lateral, el remate de Zlatan era empujado a la red por David Luiz en propia puerta. El 2-1 parecía que sería el resultado final, pero antes de que llegara el tercero, Zlatan caía al suelo tras una acción con David Luiz. El sueco, se echaba la mano a la parte posterior de la pierna derecha, y tenía que abandonar el campo para que Lucas Moura le sustituyera. Cavani pasaba a la punta de ataque, y el Chelsea aguantaba un resultado que le valía para la vuelta en Stamford Bridge. Sin embargo, un recién ingresado Pastore, se sacaba una jugada de la chistera que hizo enloquecer al Parque de los Príncipes. Tras sentar a dos rivales, ajustaba el balón al palo de la portería de un Cech que pudo haber hecho algo más. El 3-1 era demasiado castigo para los de Mou, que aún con un planteamiento reservón, no merecían llevarse ese resultado a Londres.  Ahora, se verán obligados a ir al ataque contra un equipo que maneja muy bien las contras. Recordemos que un gol del PSG en Londres, dejaría prácticamente sentenciada la eliminatoria. 

 Gran segunda jornada de cuartos de final, que nos deja un carrusel de lesionados. Verrati, Zlatan, Costa, Ronaldo y Piqué tuvieron que abandonar el campo antes de tiempo. Y es que al cansancio físico, se une el cansancio mental. Ya que el calendario en año de Mundial, y con tantas cosas por jugarse en tan poco tiempo, hace que las piernas se encojan y se pague la fatiga de todo el año. Eliminatoria casi sentenciada para el Real Madrid, y con una ventana de esperanza para el Chelsea. Metiendo un gol rápido, la eliminatoria se pondrá de cara para los de Mou. Si no, más le vale no dejar huecos para las galopadas de los delanteros parisinos. Veremos. 

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