En Munich solo ardió el marcador

 Ni los más optimistas aficionados del Real Madrid, ni siquiera los más forofos, esperaban la primera parte que se ha visto hoy en el Allianz Arena. El Bayern salió menos defensivo que en Madrid, y dos jugadas a balón parado sentenciaron a los alemanes.

 Comenzaba el partido con el mismo guión que en el Bernabéu, pero con diferentes alineaciones. Guardiola optaba por un doble pivote con Schwensteigger y Kroos, pero con Muller cómo media punta. Lahm volvía a su posición de lateral, y formaba línea con Boateng, Dante y Alaba. En la parte de arribanjunto a Muller, Ribery y Robben, con el croata Mandzukic en punta. El Real Madrid, consciente de que tendría la posibilidad de correr, sacaba a toda su artillería. Cristiano, Bale y Benzema, eran acompañados en las salidas por Di María, que volvió a su lugar en el centro del campo. Xabi Alonso y Modric formaban la pareja en el centro del campo, y la defensa era la de la ida, con Carvajal, Pepe, Ramos y Coentrao. El Bayern quería el balón, pero no contaba con la superioridad en el centro del campo cómo la que tuvo en el Bernabéu. Esta situación, permitía al Real Madrid estar un poco más desahogado que en Madrid. La presión bávara no fue la misma que en Chamartín, cosa que agradeció la defensa y el centro del campo blanco. 

 En un córner, en el que Cristiano se elevó por encima de Dante, el balón llegaba a Ramos, que completamente sólo, remataba en el área pequeña alemana. El gol de Ramos cambiaba el partido, y la eliminatoria por completo. A partir de ese momento, un Bayern en estado de shock comenzó a desesperarse. Para mayor desesperación bávara, en una falta lateral, Ramos volvía a ganar la espalda a la defensa alemana. De nuevo Cristiano, atraía toda la atención de los defensas alemanes y Ramos volvía a rematar sin oposición. El de Camas, se coronaba cómo el héroe de la eliminatoria y dejaba prácticamente noqueado a un Bayern que no se esperaba tanto castigo. La insegura defensa alemana, empezando por su portero, que dio un auténtico recital de cómo no salir de su portería, vio cómo en una contra de manual el Real Madrid lo mataba por medio de Cristiano Ronaldo. El miedo de Guardiola a los contraataques blancos, era más que justificado. En cuatro pases, con sendas conducciones, el Real Madrid se plantó en la portería de Neuer. El gol de Cristiano sentenciaba la eliminatoria, y asestaba el golpe de gracia a un Bayern que en la primera parte pareció no haberse presentado al partido. Sin embargo, no todo iba a ser del color de rosa para los blancos, y la tarjeta amarilla a Alonso le impedirá jugar la final de Lisboa. La cara del tolosarra era un poema, sabiendo que se perdería el partido que lleva esperando desde que fichó por el Madrid hace cinco años. Baja sensible, que hará que Ancelotti tenga que inventarse un sustituto para el hombre clave de su centro del campo. El primer tiempo terminaba, y todo parecía indicar que la eliminatoria estaba acabada. 

 Tras el descanso, Guardiola decidió proteger su centro del campo. Mandzukic dejaba su sitio a Javi Martínez, dejando a Muller cómo delantero. De esta forma ganaba consistencia en el centro del campo, pero perdía mordiente arriba. Ancelotti no cambiaba nada, ya que tenía el partido y la eliminatoria donde quería. El ritmo del Bayern era lento, y no conseguía sorprender a la bien plantada defensa blanca. Un dato que habla de la buena defensa madridista, y del paupérrimo ataque alemán, es que hasta el minuto 60 no se produjo el primer lanzamiento a puerta del Bayern. Sin ideas, sin sorpresas y sin un plan B, el Bayern no fue quién de inquietar a Casillas en todo el partido. El Madrid jugaba tranquilo, e incluso se permitía tocar el balón ante la presión bávara. La inexistente defensa alemana, veía cómo el Real Madrid podía irse a la contra cuando quisiera. Sin embargo, un Real Madrid más relajado, no salía tan rápido cómo lo harían en otro tipo de situación. Ramos dejaba su sitio a Varane, y se aseguraba la presencia en Lisboa. Mientras tanto, Guardiola quitaba del campo a un desaparecido Ribery, al que Carvajal amargó en toda la eliminatoria. De hecho, el francés asestó un bofetón de impotencia al canterano blanco en la primera parte. Ribery y Muller se iban desquiciados, y Gotze y Pizarro eran los encargados de intentar el milagro. Nada cambió, salvo algún disparo lejano de los alemanes, pero el Madrid se tomó la segunda parte cómo un mero trámite. Cristiano Ronaldo, en un lanzamiento de falta de pillo, ponía el 0-4 para completar la paliza blanca. Proença pitaba el final, y el Real Madrid estallaba celebrando una final que lleva esperando más de una década. 

 Lección de Ancelotti a Guardiola, que volvió a demostrar que carece de un plan B. A balón parado, a la contra e incluso con el balón en los pies, el Real Madrid fue hoy mejor que el Bayern de Munich. Los atletas de los que habló Guardiola, demostraron que también saben jugar al fútbol. Una vez más, aunque a algunos le cueste reconocerlo, el fútbol ha demostrado que no hace falta ser el que mejor trata el balón para ganar. Idolatro a Guardiola por su manera de concebir el fútbol, además de por todo lo que ha conseguido y el cómo lo ha conseguido, pero se ha equivocado en los dos partidos, tanto en el planteamiento cómo en los cambios. Por lo contrario, Ancelotti tenía claro que no podía jugarle de tú a tú al Bayern, jugó con sus armas y consiguió el objetivo. Guardiola se equivocó ayer al despreciar al Madrid diciendo que no habían dado más de tres pases seguidos en el Bernabéu, y al final el fútbol pone a cada uno en su sitio. Ojalá continúe en Alemania, y consiga reeditar sus antiguos éxitos. El fútbol que propone Pep es el mejor que he visto en mi vida, pero no creo que en Alemania tengan paciencia después de lo de hoy. 

 Al Madrid le espera Lisboa, y mañana conocerá a su rival. Desde este blog deseamos que sea el Atlético, sobre todo por la temporada que ha hecho, pero seguro que algunos aficionados del Real Madrid quieren a Mourinho en la final. Mañana saldremos de dudas, pero la exhibición blanca de hoy es para tener muy en cuenta.