El Madrid golpea primero

 En un partido en el que se presumían muchos goles antes del comienzo, terminó con el solitario gol de Benzema. Ocasiones hubo, pero la mala puntería de los blancos y una gran parada de Casillas hicieron que el gol del francés fuera el único que subiera al marcador.


 El partido arrancaba en el Bernabéu con la confirmada presencia de Cristiano en el once, pero con la baja de Bale. Ancelotti salía con Isco, Di María, Modric y Alonso en el centro del campo. De esta forma, el italiano intentaba contrarrestar el poderío bávaro con mayor posesión de balón. Sin embargo esa posesión no existió, porque el Bayern dio una auténtica exhibición de control de balón en la primera parte. Guardiola salió con Schwensteigger, Kross y Lahm en el centro del campo. En las bandas, Ribery y Robben, que llevaron el peso del ataque alemán. Arriba, un Mandzukic que se peleó con Pepe y Ramos durante todo el partido, pero sin ningún éxito. El balón fue del Bayern desde el primer minuto, y el Real Madrid no tenía ningún reparo en echarse atrás y defenderse cómo gato panza arriba. El Bayern movía el balón de un lado al otro, pero sin concretar ningún disparo claro. La variante táctica de Pep, es para estudiarla. Cuando el Bayern sacaba el balón desde atrás, Alaba se convertía en interior izquierdo, haciendo que Di María le siguiera. Esto hacía que la zona del lateral izquierdo quedase libre, en la que aparecía Kross a recibir el balón. El alemán recibía siempre sólo, y cuando aparecía alguien a presionarle tenía un pase fácil a Schwensteigger o Lahm. Los tres jugadores del Bayern, siempre estaban en una posición triangular, con Kross cómo vértice. De esta manera, los bávaros podían jugar en corto o por lo contrario cambiar de banda. En el cambio de banda, el balón siempre llegaba a un Robben que fue el jugador más incisivo del Bayern. 

 El balón circulaba de un lado al otro, pero sin aparente peligro. El Madrid aguantaba las acometidas bávaras, y se reservaba para un contragolpe. Hasta el minuto cinco, el Real Madrid no consiguió enlazar más de dos pases seguidos. El Bayern presionaba muy encima a los blancos, que solo podían sacarse el balón de encima a pelotazos. Sin embargo, y cómo suele pasar a veces en el mundo del fútbol, el gol llegó para el equipo que menos había disfrutado del balón. En una contra madridista, el balón caía en los pies de Cristiano, que vio la internada de Coentrao. El luso, metió un enorme pase a su compatriota, que ganando la carrera a Rafinha asistía a Benzema. En el segundo palo, el galo solo tenía que empujar a la red para poner el 1-0. El Bernabéu enloquecía, y el Madrid se encontraba con el gol en su primera jugada de peligro. La jugada retrata a la defensa del Bayern, sobre todo a sus centrales. Boateng llegaba mal al espacio, y Dante no se enteraba de la llegada de Cristiano. La cara de Guardiola era un poema, y el de Sant Pedor abroncaba a sus defensas con razón. A partir del gol, el guión fue el mismo, pero con más peligro para la defensa blanca. Aunque la verdad sea dicha, Casillas no llegó a inquietarse en ningún momento. Pocos minutos después del gol, en una nueva contra, Cristiano pudo matar el partido y quién sabe si la eliminatoria. El luso, que estaba sólo dentro del área, podía haber controlado, pero en su afán de rematar a la primera envió el balón fuera. De haber acertado, el golpe para el Bayer hubiera sido durísimo. El Bayern proponía, pero el Madrid demostraba porque tiene el mejor contragolpe del mundo. En otra clara ocasión, Di María disparaba fuera cuando tenía toda la portería para él. Dos ocasiones falladas eran demasiado, y parecía que se cumpliría la vieja historia del fútbol, del que perdona lo acaba pagando. La primer parte terminaba y el Bernabéu respiraba con alivio. 

 Con el comienzo de la segunda parte, el partido cambió del todo. El Bayern bajó en su presión, porque el cansancio comenzó a pasar factura a los de Guardiola. El Madrid comenzaba a tocar un poco más el balón, pero sin que le durara demasiado tiempo. Los alemanes no controlaban ya tanto la pelota, y cualquier atisbo de peligro terminaba con despeje madridista o el balón fuera. La defensa madridista, hizo una demostración de colocación y de compenetración. Coentrao, en uno de sus mejores partidos cómo madridista, fue uno de los mejores del equipo. En el otro lado, Carvajal cumplió y anuló a un Ribery desdibujado. Ramos y Pepe pelearon con Mandzukic, y con todo aquel que se acercaba al área. El portugués y el de Camas, despejaban sin contemplaciones cualquier balón que tenían delante. Alonso, al igual que Modric destacaron más por su nivel defensivo que por su aportación al ataque, pero ambos estuvieron perfectos. La prueba de la solidez defensiva del Madrid, es que el Bayern lanzó casi una quincena de córners en todo el partido. Sin embargo, los blancos no concedieron ni un solo remate a los bávaros. Guardiola movía el banquillo, y daba entrada a Javi Martínez por Rafinha. De esta forma trataba de ganar presencia en el centro del campo, y a la vez profundidad en la banda derecha con la pareja Lahm-Robben. Para entonces, el Madrid ya había disfrutado de una nueva ocasión, esta vez de Cristiano, que paraba Neuer enviando a córner. Parecía que el segundo del Madrid estaba más cerca que el primero del Bayern, pero la lesión de Pepe hacía saltar las alarmas en el Bernabéu. El portugués se iba del campo cojo, y Varane entraba para reemplazarlo. Al mismo tiempo, Ancelotti retiraba a Cristiano, optando por la prudencia. Bale entraba por CR, con la esperanza de enganchar una galopada cómo la de Mestalla. A punto estuvo de hacerlo dos veces, pero un mal control en una y una mala elección en la segunda, no consiguieron el resultado esperado. Gotze también entraba en el campo, en lugar de un Ribery que no tuvo su día. El Bayern seguía intentándolo, pero no lo conseguía. En una clara apuesta de Guardiola por marcar ese gol vital, Muller entraba por Schwensteigger, y el alemán no tardó en llevar peligro. En la primera ocasión que tuvo, un lanzamiento suyo, se iba cerca del palo de Casillas tras golpear en Varane. Tras esa jugada, en una pérdida de balón muy peligrosa del Madrid en la salida de balón, la pelota caía en los pies de Gotze. Cuando el gol parecía cantado, ya que remató a bocajarro y con toda la portería para él, Casillas emergió para ganarse el aplauso del Bernabéu. A partir de ahí ya no hubo partido, Ancelotti dio entrada a Illarra y quitó a Isco. A Carlo le valía el resultado, y a sus jugadores parecía que también. Di María ya no podía correr más y terminó el partido de delantero. Howard Webb pitaba el final, y Madrid y Bayern se iban con la sensación de haber podido llevarse algo más. 

 Eliminatoria muy abierta, pero en la que el Real Madrid tiene ventaja. Ahora, en Munich, el Madrid podrá jugar a la contra ante un Bayern que necesita por lo menos un gol. Quizá la renta sea muy corta, pero las posibilidades de "pillar" a la frágil defensa bávara descolocada parece tarea fácil para los Cristiano, Bale y Benzema. Si el Madrid se comporta en defensa cómo hoy, las ocasiones a la contra no se harán esperar. Del Bayern espero lo mismo, la idea de Guardiola no cambiará de aquí al martes, pero seguramente veremos cambios en el once. Solo un gol en las dos  semifinales, aunque en el partido de hoy vimos más ocasiones que en el de ayer. El Allianz dictará sentencia, pero el Madrid está un poco más cerca que ayer de la final de su competición fetiche. Veremos. 

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