Carlo, así mejor

  El partido de hoy en el Bernabéu, nos dejó un Real Madrid muy diferente al que veníamos viendo en los últimos partidos. La mejoría blanca, vino por unos cuantos detalles que vamos a analizar.

  El compromiso adquirido por Ancelotti en su presentación, en la que dijo que el Real Madrid, no solo debía ganar, sino jugar bien, y ese buen juego ha aparecido por primera vez hoy en Chamartín. Las claves de la mejoría blanca, a mi modo de ver, fueron sobre todo la gran presión que ejerció el equipo blanco, pero sobre todo por la posición de Illarramendi y los laterales. Y es que el equipo blanco, con Morata en punta, incrementó su presión a un Málaga que tenía muy claro desde el principio a que quería jugar. La estrategia de los de Schuster, era coger la espalda de los laterales blancos, ya que Ancelotti salió con sus dos laterales largos, Marcelo y Carvajal. Pero con lo que no contaba el alemán, era con la presión asfixiante del equipo blanco, que desde el primer minuto, bloqueó cualquier tipo de salida de balón de los malacitanos. Además. Ancelotti, ganó en superioridad en medio campo, ya que Illarra era el que bajaba a recibir el balón, y no Khedira, y la diferencia es abismal. Khedira ayudó al vasco en las tareas defensivas, pero a la hora de la elaboración, dejó en manos de Illarra la creación y se escoró a la derecha. Y en esa banda, la derecha, era donde el Real Madrid creaba una superioridad enorme, ya que Carvajal, ayudado por un enorme Di María, se unían a un Khedira que apoyaba las subidas de ambos. En la banda contraria, el mismo patrón, Cristiano y Marcelo, se veían apoyados por Isco, que no termina de brillar tras su prometedor arranque de temporada.

   En la primera parte, el equipo blanco, movió el balón con criterio, intentando buscar los huecos que un sólido Málaga cerraba cómo podía. Pero la diferencia con otros partidos, es que el balón circulaba, los jugadores se movían, se ofrecían, y un gran Morata, era un incordio para la defensa malacitana. Las ocasiones madridistas, no tardaron en llegar, pero un inmenso Caballero, daba al traste con todas las acciones de ataque de los jugadores blancos. Sin embargo, el Real Madrid no perdía la paciencia, y con la superioridad que creaba en el centro del campo, gracias a la profundidad de sus laterales, y las coberturas que le hacían Khedira e Illarra, y al inmenso trabajo de Di María, que parece que no se cansa nunca, eran un martillo pilón para la defensa malaguista. Quizá el que menos brilló, como decíamos antes, fue Isco, y es que el del Arroyo de la Miel escorado en la banda de Cristiano, no termina de brillar, y hoy no pudo jugar entre líneas, más por mérito del Málaga, que por demérito del 22 blanco. El partido se fue al descanso con 0-0, pero con la sensación de que el equipo blanco ya sabía como quería jugar, y sobre todo como quería marcar.

  Comenzó la segunda parte, y quizá en la ocasión en la que menos parecía que llegaría el gol blanco, un centro de Di María, se envenenó, y Cristianoque no llegó a tocar, y que a la postre fue lo que despistó a un Caballero, que recibió el gol de la forma que menos merecía tras su enorme actuación, ponía por delante a los blancos. Una vez con ventaja en el marcador, el equipo de Ancelotti, no especuló y siguió proponiendo, algo que el público madridista agradeció. Un superlativo Marcelo, se desbocó en ataque, y dejó una jugada para enmarcar en la que Caballero volvió a lucirse. Llegaron los cambios, Modric sustituyó a Isco, pero el guión siguió siendo el mismo, el Real Madrid seguía queriendo el balón, e Illara era el encargado de moverlo. El siguiente cambio, fue el de Bale por Morata, al que el respetable despidió con una atronadora ovación, ya que el canterano, en los pocos minutos que ha disfrutado, ha calado en el público de Chamartín por su movilidad y su trabajo, todo lo que le reprochan a Benzema, y a nada que se despiste el galo, el nombre de Morata empezará a sonar desde la grada cuando falle. El último cambio, fue el de Jesé por Di María que ya estaba fundido, después del tremendo esfuerzo que hizo durante todo el partido. Y es que el argentino, se ha ganado el puesto a base de trabajo y de esfuerzo, y ahora mismo es una pieza fundamental en el sistema de Ancelotti. La presión que ejerce, y el trabajo que aporta, van a dar mucho rendimiento al equipo blanco.  

  El partido terminó con el discutible penalty de Wellington a Bale, ya que a mi juicio, el galés se cae sólo, y que fue la única forma que tuvo un desesperado Cristiano, para poder batir a un Caballero que estuvo sencillamente espectacular. El portugués, en vez de celebrar el gol, pidió disculpas a la afición diciendo que no merecía los aplausos, pero tras ver las intervenciones del portero argentino, uno piensa que ha sido más mérito de Caballero, que demérito de Cristiano. Lo sorprendente, es que Caballero no sea convocado por Sabella para la selección argentina, porque el nivel al que está rindiendo, y tras el partido de hoy, no creo que haya portero en Argentina mejor que el meta malaguista.

  Sea como fuere, parece que Ancelotti, al menos hoy, ha encontrado la forma de conjugar a sus jugadores. Con unos cambios muy simples, más presión, laterales más profundos, superioridad en bandas, y dejar la salida de balón a los que de verdad saben. La mejoría tiene que demostrarse en el partido contra la Juventus, pero por lo menos, parece que Carlo, ha encontrado el camino. Veremos...