El dilema de Diego

  En un debate, que años atrás, probablemente no existiría. Un jugador nacido en Brasil, teniendo la posibilidad de jugar con la canarinha, no dudaría un segundo en enfundarse la elástica verdeamarela. Sin embargo, tras el ciclo de oro de la selección española, la duda de Diego es más que lógica, pero aquí analizaremos los pros y los contras para él, y para sus dos posibles selecciones.


  Cuando hablamos de Costa, hablamos de uno de los delanteros del momento. En el mejor momento de su carrera, a todas sus virtudes, ha añadido una capacidad goleadora que hasta ahora no había mostrado. Liderando la tabla de goleadores, por delante de los todopoderosos Messi y Cristiano, Diego parece haber tomado el mando del gol en el Atlético, que parecía haber quedado huérfano tras la marcha de Falcao. El brasileño, parece que se ha puesto los galones que todo indicaba que iba a recoger Villa de cara al gol. El inicio de Liga de Diego, ha ensombrecido a todos, compañeros y rivales. Y es que cuando un delantero tiene la efectividad, y el peligro de Diego, tiene que jugar hasta los amistosos, no vaya a esfumarse la racha. Estoy seguro de que el Cholo, si por él fuera, lo tendría jugando partidos toda la semana hasta la vuelta del parón de las selecciones. Porque la racha del hispano-brasileño, parece no tener fin, y sus registros, de mantenerse, harían olvidar a un Falcao que parecía que dejaba un vacío imposible de llenar. 

  Y al buen momento de Diego, se une el debate de si debe o no jugar con la selección española. Todo parece, que tras una reunión con Del Bosque, y previa petición de la Federación a la FIFA para poder convocarlo, Costa será llamado en la siguiente convocatoria española. Pero si yo fuera Diego, me lo plantearía seriamente. Ahora mismo, siendo el delantero más en forma del momento, no ha sido llamado por Scolari, que a todas luces, parece que va a cambiar muy poco el bloque que ganó la Confederaciones. Y es que Felipao, no es muy amigo de los cambios, y menos si lo que tiene funciona. Cabría recordar, que el delantero titular en la final de citada Copa, fue Fred, el que fuera delantero centro de aquel increíble Olympique de Lyon, y que apura sus últimos años de carrera en Brasil. Si uno analiza el juego brasileño, se dará cuenta que el delantero ideal para Scolari, no dista mucho del tipo de delantero que es Costa. Felipao quiere un nueve rápido, que aguante bien el balón, y que remate los posibles centros de Neymar, Oscar y compañía. Ahora mismo, no se me ocurre ningún delantero brasileño mejor que Costa, pero Scolari prefiere a Fred y al también repatriado Jo. Incluso no descartaría la convocatoria de Pato, si consigue recuperar su forma. 

  Sin embargo, en la selección española, parece que Diego no lo tiene fácil. Y es que cómo ha demostrado con Casillas, para Don Vicente, la forma y la titularidad pueden menos que el currículum, y a nada que Villa y Torres muestren buen nivel, tendrán dos plazas aseguradas. Por lo tanto, solo quedaría una plaza libre de cara al Mundial de Brasil, ya que aunque en muchos de los partidos Del Bosque jugará con falso nueve, sería una temeridad acudir a la cita brasileña con solo dos nueves puros. Y esa plaza, parece que se la jugarían entre los Negredo, Soldado, Michu, Aspas, Llorente y Costa. Y el orden no es casual, a mi modo de ver, son las posiciones en las que parten a día de hoy de cara al Mundial. Por lo tanto, poniéndome en la piel de Diego, estando en el mejor momento de mi carrera, y teniendo una selección que ya me ha convocado, y que es la del país donde nací, y donde se va a celebrar el Mundial, y por otro lado, el país donde me he formado cómo futbolista, y en el que he desarrollado mi carrera profesional, y actual campeón del mundo y de Europa, analizaría lo siguiente. Una convocatoria y debut con La Roja, cierra para siempre las puertas de la canarinha, pero no le asegura la convocatoria para el Mundial. Sin embargo, una convocatoria con Brasil, no le cierra las puertas de la selección española, ya que Brasil no tiene partidos oficiales hasta la inauguración del Mundial.

  Pero el análisis sobre el dilema de Diego, debería ir más allá de lo emocional, e incluso de lo oportuno. Diego debería fijarse, en cual de las dos selecciones, tendría más posibilidades de jugar, y cuál de ellas vendría mejor a sus características. Costa es un jugador que necesita espacios para brillar, necesita tener a alguien que fije una posición de ataque para que él busque la espalda, cómo hace Villa en el Atlético. Partiendo de esas premisas, ninguna de las selecciones parece la indicada para Diego, ya que en ninguna jugaría cómo lo hace en su club. Felipao, no cambiará su esquema para dar entrada a un jugador con el que parece que no cuenta, y Del Bosque, podría utilizarlo como referencia, pero perdería una de las virtudes de Diego, que es la sorpresa. Si yo fuera Diego, y tuviera la garantía de ir al Mundial, elegiría España, y por una sencilla razón, tendrá más oportunidades de brillar en La Roja, que en la canarinha, ya que el juego de toque español, llegado el momento, puede terminar en un pase al espacio para Diego, y ese pase lo darán Xavi, Iniesta, Cesc, Silva, Cazorla o su compañero Koke. 

  Sus críticos, dicen que Costa no debe jugar con España por su carácter. Estos críticos, son los que enaltecían que España debía jugar con once "Camachos", son los mismos que antes de la llegada de los títulos, decían que la selección debía aprender de Italia y Argentina, maestros del "otro" fútbol. Pues con Costa, parece que todo eso haya quedado en el olvido, ya que ahora que son campeones, solo pueden jugar los "niños buenos", y los que tratan el balón como la seda. Pues a todos esos críticos, sólo me queda decirles, que a cualquier entrenador que se le ha preguntado por Costa, ha contestado enseguida, que lo querría en su equipo, no en el de enfrente. Y eso es lo que ha pensado Del Bosque, mejor tenerlo en su equipo, que en el de enfrente, porque si Fred consiguió desquiciar junto a la afición brasileña a la defensa española, imagínense lo que podría hacer Costa, alentado por más de ochenta mil aficionados en Maracaná y jugando "su" Mundial. 

  Decida lo que decida Diego, la decisión será acertada, y criticada. Lo que tengo claro, es que jugadores cómo Diego hay pocos. Y si yo fuese Scolari, o Del Bosque, no dudaría en llamarlo cuanto antes. No vaya a ser que lo reclame otro país, y les birle el Mundial. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Resume Barcelona-Granada

Último baile en Berlín

Sobre la vuelta de Bezema