Del Bosque necesita un plan B

   Tras los dos partidos de esta semana de la selección española, ha quedado clara una cosa, todo el mundo sabe a que juega. Pero lo preocupante para Del Bosque, no es que todos sepan a que juega, es que algunos ya consiguen pararlo, y con eficacia.

  El partido contra Finlandia, sirvió para darse cuenta de lo que espera a los de Del Bosque en el Mundial de Brasil. Con la clasificación casi en el bolsillo, el salmantino ha intentado dar minutos a los menos habituales y a intentar cambiar algunas piezas. Claro está, que los equipos que Del Bosque presentó contra Finlandia, y hoy contra Chile, se parecerán en muy poco a los que presente en la cita mundialista. El once que juegue el partido inaugural, a falta de clamorosa sorpresa, no diferirá mucho del que jugó la final de la Eurocopa contra Italia. El problema de eso, y aunque Vicente está intentando dar entrada a nuevos jugadores, haciendo una renovación a cuentagotas, hay piezas que son insustituibles. 

   Por primera vez en los últimos tres años, Del Bosque no ha podido contar con Busquets, ni con Xabi Alonso. Contra Finlandia no se notó demasiado la baja de ambos, ya que los finlandeses se preocupaban más de defenderse que  de atacar. Sin embargo, en el partido de hoy, la presión chilena desarboló al centro del campo español. Un Javi García voluntarioso, no supo llenar el hueco dejado por los dos mariscales de Del Bosque. El dúo formado por Cesc y Xavi, a los que acompañó Cazorla, no consiguió zafarse de la presión chilena. Esto no es novedad, ya que en los últimos enfrentamientos de los de Del Bosque contra el combinado chileno, la presión de los antiguos pupilos de Bielsa, ahora dirigidos por Sampaoli, ahogaba el centro del campo español con una presión enorme. Sin embargo, en los duelos anteriores la dupla formada por Alonso y Busquets, daba mayor salida de balón al combinado español, también es cierto que Piqué saca mejor el balón que Albiol. Pero de nuevo, los chilenos, volvieron a poner en aprietos a los de Del Bosque, el postrero gol de Navas evitaba la derrota, pero los errores defensivos y la falta de control del centro del campo, no pueden pasar desapercibidos.

   Pero el problema de Del Bosque, ya no son solo las bajas, sino que su juego de ataque se resiente ante las murallas que levantan sus rivales. El problema de la selección, es que cuando la presión es muy exigente, como hizo Brasil, o la misma Chile hoy, basa su juego en una posesión estéril que no le sirve de nada. Los jugadores españoles, se pierden en pases y pases horizontales sin avanzar. Está claro que el estilo de esta selección es indiscutible, de hecho, es lo que la ha llevado a reinar en Europa y el Mundo, pero se ha vuelto previsible. Sus rivales, saben que tienen que tapar el centro del campo, y empujar a los españoles a las bandas, desde donde no crean peligro, ya que los centros al área nunca se producen o siempre son despejados por el rival. Está claro que la selección necesita un plan B, no digo que tengan que renunciar a su estilo, eso jamás, pero al igual que el Barça, necesita una variante en su juego que consiga sorprender a sus rivales. Recordemos que en el Mundial, el muro levantado por los finlandeses, puede ser italiano, francés e incluso brasileño, y como se demostró en la final de la Confederaciones, cuando la defensa rival bloquea el ataque español, unos grandes jugadores pueden matarlo a la contra. 

   En Finlandia, el partido lo resolvió una genialidad de Cesc, que metió a Alba un balón impresionante, que sorprendió a los finlandeses entrando desde segunda línea. Pero si uno analiza los últimos partidos "complicados" de la selección, se dará cuenta de una cosa. En el partido contra Francia del Mundial, el gol de Xabi Alonso, viene precedido de una internada de Alba a la espalda de la defensa francesa. Una combinación entre Alba e Iniesta, terminaba con el gol del lateral en la final de la Euro contra Italia. Si uno se para a ver con detenimiento ambas jugadas, la entrada de Alba pilla por sorpresa a las defensas de ambos equipos, al igual que pasó en Finlandia. De esa sorpresa es de la que hablo, pero es una sorpresa que los rivales ya conocen. El juego de toque de la selección es conocido por todos sus rivales, todos le jugarán con una presión asfixiante y con dos líneas muy juntas. Si Del Bosque consigue encontrar una nueva sorpresa, conseguirá repetir el éxito, puede que sea una variante en ataque, o quizá poblando más el medio del campo. Nadie duda de la calidad de Xavi, Iniesta, Silva y compañía, pero a veces un pequeño cambio es lo que puede marcar la diferencia entre ganar y perder.

    Sea como fuere, Don Vicente tiene que pensar en algo antes de llegar a Brasil, sino sus rivales lo estarán esperando agazapados para cogerlos a la contra. Nadie le discutirá el balón, pero probablemente no lo necesiten para hacer daño a los del salmantino. Tiempo tiene, pero está claro que necesita un plan B.