La paciencia de Abramovich tiene límite

   El empate de hoy entre Chelsea y Totenham, no hace más que acrecentar las dudas sobre el equipo de Mourinho, ya no por el resultado, sino por el pobre juego de los blues.


 El técnico de Sétubal, se declaraba como el "Happy One" el día de su presentación con el equipo londinense. Tras la buena actuación en la Supercopa de Europa, en la que con su juego de siempre contra Guardiola, a punto estuvo de llevarse el título, todo han sido sinsabores para el técnico luso. La no inclusión de Mata en el once titular, la falta de buenos resultados en Liga y la estrepitosa derrota en Champions ante el Basilea, han empezado a levantar las primeras críticas hacía un técnico que es poco menos que una deidad para la afición blue.

  Y es que el problema de Mourinho están siendo los resultados, ya que su filosofía de juego no ha cambiado en nada sobre las ideas que plasmaba el año pasado en el Real Madrid. El problema de José, es que un entrenador que basa su juego en una sólida defensa y una contra eléctrica, no puede depender de una defensa que tiene muchas lagunas. En el Real Madrid, contaba con una línea defensiva de muy alto nivel, con recambios de garantías, y que acompañados de un centro del campo creador a la vez que sólido en defensa, con Xabi Alonso y Khedira, le permitía desarrollar un juego basado en la presión y la recuperación rápida para correr. Y eso es lo que está intentando hacer en el Chelsea, pero aquella presión asfixiante que vimos contra el Bayern, ha desaparecido. La entrada de Obi Mikel en el centro del campo, formando trivote con Lampard y Ramires, hace que la transición de balón a los talentosos Hazard y Oscar sea más escasa que si jugara con un talento más. Es decir, si sacrificara al nigeriano, probablemente ganaría en creatividad, pero Mou nunca arriesga, y Lampard ya no está en su mejor nivel. La consecuencia, es un equipo plano que sobrevive gracias a la velocidad y calidad de Oscar y Hazard. Con un Torres que no está en su mejor nivel, y que hoy fue expulsado, la tabla de salvación de Mou hoy, fue un balón parado de Mata que hizo que el veterano Terry colocara el empate final en marcador.

    Una defensa veterana, exceptuando a David Luiz, con Cole, Ivanovic y Terry acompañando al brasileño hoy, quedó en evidencia en algunas de las acciones del partido. Sobre todo en la jugada del gol de los Spurs, donde la pasividad y el desconcierto de la defensa blue quedaron patentes. Esto unido a lo que ya hemos comentado, de un medio campo también veterano y sin ideas, nos dejan a un equipo que dista mucho de la idea que tiene Mou para su Chelsea. La vieja guardia blue, formada por los Terry, Lampard y Cole, empieza ya la cuesta abajo de su carrera, y quizá Mou, debería buscar soluciones en un banquillo que para sí quisieran muchos grandes de Europa.

  Pero habría que recordar, que el magnate ruso, es el único propietario o presidente de un gran club, que ha despedido a Mourinho, y probablemente no le temblara la mano a la hora de volver a hacerlo. Puede que el público de Stamford Bridge, siga rindiendo pleitesía durante un tiempo a Mou mientras los resultados no sean desastrosos, pero en cuanto el aficionado blue se gire para pedir explicaciones a Abramovich, puede que al igual que hizo en su primera etapa, se deshaga del portugués, previo pago de su millonario contrato. Sea como fuere, Mou aún tiene crédito para largo, pero la paciencia de Abramovich tiene un límite. Veremos hasta cuando aguanta el ruso esta vez.

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