Al Real Madrid le sobra una parte en Cornellá

 Aunque el resultado que se lleva a Madrid para la vuelta es bueno, el equipo de Ancelotti podría haber dejado sentenciada la eliminatoria en Cornellá. En un partido con dos partes bien diferenciadas, el Espanyol quizá mereció más premio en la segunda parte al perderle el miedo al Madrid.


 Arrancaba el partido el conjunto de Ancelotti, solo dejando en el banquillo a Xabi Alonso y Carvajal, que eran sustituidos en el once por Arbeloa e Illarramendi. Al joven jugador vasco, al que le hacen falta partidos para adaptarse a su rol en el equipo en ausencia de Alonso, le viene muy bien empezar a coger peso en estos partidos. Por lo demás, y demostrando que en la Casa Blanca no tienen intención de tirar ningún título, el once de los últimos partidos. Di María, que volvía a acompañar a Modric cómo interior, dejaba la punta de ataque para Bale, Cristiano y Benzema. En defensa los habituales, Pepe y Ramos, que superó sus problemas de rodilla, y Arbeloa y Marcelo en los laterales. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, el Real Madrid no dio opción a los de Aguirre. Es más, parecía que los del Vasco se conformaban con no recibir demasiado castigo, ya que esperaban agazapados al conjunto blanco. 

 Durante la primera parte, un imperial Modric, que crece a pasos agigantados, dio una auténtica lección de posicionamiento y de toque. El croata, que parecía multiplicado, robaba y distribuía con una facilidad tremenda. El Madrid presionaba la salida de balón del Espanyol, que se veía abocado a sacarse el balón de encima en muchas ocasiones. El centro del campo blanco, bien ayudado por sus delanteros en la presión, no dejaba pensar al equipo perico. Aguirre veía cómo su equipo no conseguía quitarse la presión de encima, y pensaba en algo para cambiar en la segunda parte. Mientras tanto, el Real Madrid hacía daño por ambas bandas al Espanyol, y en una jugada desde la banda derecha llegó el gol. En un gran centro de Arbeloa, cosa a la que nos tiene poco acostumbrados, Bale peinaba el balón para que Benzema cabeceara a la red. El 0-1 llegaba a los 25 minutos de partido, y ponía muy cuesta arriba la eliminatoria para los pericos. El Espanyol pareció acomplejarse más con el gol, y el Real Madrid comenzó a disfrutar de ocasiones con mayor frecuencia. La falta de acierto de Bale y Cristiano, el primero con un gran lanzamiento de falta y el segundo con varios disparos desde fuera del área, fueron los que más peligro llevaron a la meta de Kiko Casilla. De hecho, la mejor ocasión del Real Madrid fue un lanzamiento al palo del portugués. Modric seguía con su exhibición, y el partido se jugaba al ritmo que marcaba el croata. Sin embargo, la primera parte llegaba a su fin sin ningún gol más en el marcador. 

 Al comenzar la segunda parte Aguirre había decidido mover su banquillo, dejando fuera a Lanzarote para que entrara en el campo el ex canterano blanco, Álex Fernández. Con este movimiento, el Espanyol ganaba más presencia en el centro del campo. Esto, unido a que Bale y Cristiano ya no ayudaban en la presión y Di María ya no presionaba tanto, comenzó a darle alas al Espanyol que dio un paso adelante. La primera ocasión clara para los de Aguirre, fue un lanzamiento de Sergio García desde fuera del área, que salió lamiendo la cepa del poste de la portería de Casillas. El Real Madrid se partía en dos, y Modric e Illarra ya no llevaban el tempo del partido cómo en la primera parte. Esto se tradujo en idas y venidas, en las que el conjunto de Ancelotti pudo matar el partido y la eliminatoria, pero que la mala ejecución de las contras hizo que no se produjera. En dos de las ocasiones, Arbeloa era el encargado de definir. En la primera no acertó a pasar el balón atrás, y en la segunda intentó sorprender a Casilla cuando tenía a Cristiano y Benzema esperando su pase. Otra acción de Benzema, en la que llevaba a Cristiano completamente sólo, terminó con un disparo del francés que consiguió desquiciar definitivamente al portugués. Aún habría una ocasión más, esta vez de Bale, que tampoco pasó al portugués que ya no sabía que hacer para que le dieran el balón. Mientras tanto, Aguirre apuraba su última bala y daba entrada en el campo a Córdoba, con la esperanza de que la velocidad del delantero espanyolista cogiera desprevenida a la zaga blanca.

 En una mala salida de balón de Alonso, que ya había entrado por Di María, el tolosarra entregaba el balón a Sergio García, que con un gran pase dejaba a Córdoba sólo delante de Casillas. Arbeloa, superado por la velocidad del delantero, no tuvo más remedio que encomendarse al meta blanco. En una parada típica del guardameta madrileño, aguantó de pie hasta que Córdoba decidió donde tirar y sacó el balón con la rodilla. Esta fue la ocasión más clara del Espanyol para empatar el partido, pero aún tendría otra más en los minutos finales, cuando en un carrusel de córners estuvo a punto de sorprender a la defensa del Madrid. Solo la suerte, y el rápido despeje de Marcelo evitaron el empate perico. El árbitro pitaba el final del encuentro, que nos dejaba dos partes bien diferenciadas. En la primera, el Madrid dominó el encuentro a su antojo, sobre todo por medio de Modric. A esto, ayudaba la buena presión que ejercía el equipo, además del "miedo" del Espanyol. En la segunda parte, el conjunto perico se vino arriba, y al desaparecer la presión madridista tuvo más oportunidades. Eliminatoria encarrilada para los blancos, que de haber aprovechado sus ocasiones podrían haber pasado un mero trámite en el Bernabéu. Sin embargo, un gol del Espanyol los mete en la eliminatoria. Difícil, pero no imposible para los de Aguirre. Lo que está claro, es que ya nadie tira la Copa, porque a final de año, puede equilibrar la balanza entre los títulos ganados y perdidos. Veremos.

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