El sainete de la FIFA

  Comenzaré mi argumento, no sin antes felicitar al ganador, Cristiano Ronaldo. Un futbolista del que hay poco o nada más que decir, un atleta que juega al fútbol, y que tiene una ambición y unas ganas de superarse al alcance de muy pocos. El portugués, es sin duda un jugador diferente a todos los demás. Pero al igual que Cristiano lo es, lo mismo podemos aplicar a Messi. El argentino es un elegido, un jugador tocado con una varita mágica. Son dos estilos diferentes, incomparables, pero a los que la historia los ha colocado en el mismo tramo temporal. El tercero en discordia, Frack Ribery, el cual está un peldaño por debajo de los dos, tenía a su favor el haber ganado todo con el Bayern. Sin embargo, tras el plazo de ampliación de la Fifa, Cristiano se alzaba con el galardón cuando Ribery parecía el favorito. A partir de ahora comenzarán los debates sobre si es merecido o no, mi punto de vista es otro. Si la Fifa nos dijera cuales son los argumentos para elegir al ganador, podría crearme una opinión, sin embargo no lo dejan claro. Nunca he sido amigo de los premios individuales, ya que el fútbol es un deporte colectivo. Tiene lógica el premio al máximo goleador, o al portero menos goleado, incluso al del jugador más eficiente, pero nunca al mejor. Estos premios, tienen mucho más sentido en deportes individuales, cómo el tenis o el golf, donde la competición la hace uno contra otro. Para mí, sobran por una sencilla razón, es un tema bastante subjetivo que solo depende del que vota. De sus filias, de sus fobias, o incluso de su percepción del fútbol. Pero bueno, aquí va mi análisis del sainete de hoy.



 Comenzaba la gala de hoy, dando el once ideal de Europa durante el 2013. A partir de aquí, es cuando uno empieza a no comprender nada de lo que se premia en esta gala. El portero, Manuel Neuer, en esto no discutiré, pero Courtois o Valdés podrían haber formado parte de este once. El portero alemán, que ganó todo con el Bayern, a mi juicio no fue tan decisivo cómo para ser considerado el mejor portero del año. En la defensa, Philip Lham, sin discusión pieza fundamental en el Bayern de Heynckes, pero que ahora juega de mediocentro. Y así se ha pasado los últimos cuatro meses del año, pero en fin, la Fifa manda. Sergio Ramos, el cuál ha llegado a reconocer que su principio de temporada no ha sido el mejor posible, ha tenido el mérito de quedar segundo en la Liga española, verse superado por el Borussia y Lewandovski en semifinales de Champions y perder la final de Copa en casa ante el Atlético. Por si no fuera suficiente, Ramos también perdió la final de la Confederaciones ante Brasil. Su compañero en la defensa del once ideal, Thiago Silva, cuyo mérito de este año ha sido caer en cuartos de final ante el Barça, ganar la difícil Liga francesa y ganar la Confederaciones. Gran central, pero igual Hummels, que terminó subcampeón de todo tras el Bayern, podría haberse llevado el premio. La traca llega, cuando los "genios" de la Fifa dan el mejor lateral izquierdo a Alves, posición en la que igual ha jugado dos veces en su vida.

 Pasamos al centro del campo, donde Iniesta, Xavi y Ribery fueron los premiados. Ni rastro de Schweinsteiger, Robben, Reus, Gotze, Gundogan, Kross y demás finalistas de la Champions. No discuto la calidad de Xavi e Iniesta, eso sería de estúpidos, pero que durante el año pasado no fueron los mejores está bastante claro. Ribery entra en el centro del campo, por la sencilla razón de que no tiene sitio en la delantera. Los tres puestos, fueron para los dos candidatos al Balón de Oro, Messi y Cristiano, y para Ibrahimovic. He de reconocer que tengo debilidad por el sueco, pero Lewandovski creo que hizo méritos para por lo menos, aparecer en el once. Cómo he dicho antes, ni rastro de Robben, pieza clave en todos los títulos conseguidos por el Bayern. Neymar, estrella en la Confederaciones, solo apareció para promocionar el Mundial de Brasil.

 Pero el despropósito, no terminaba ahí. Llegaba el momento de premiar al mejor entrenador, sin discusión, el premio para Heynckes. El chiste venía con los nominados, donde Klopp, que si lo merecía, compartía cartel con Ferguson. Si la Fifa quería dar un homenaje al escocés, tuvieron toda la gala para hacerlo. En vez de darle el premio de la Presidencia a Jacques Rogge, hombre futbolero donde los haya, podían habérselo dado al mito escocés. Pero es mejor quedar bien con los amigos, eso lo entiendo. Lo que no entiendo, es que no entren en la lista, entrenadores cómo Simeone, Pellegrini o el mismo Scolari. El argentino, por el temporadón que se marcó con el Atlético, coronando la temporada ganando la Copa al Real Madrid. Todo ello, por no hablar del fin de año del Atlético, pero bueno Fifa manda. Pellegrini, el cual consiguió meterse con el Málaga en cuartos de final de la Champions, y llegar al City donde está haciendo un papel más que destacado, igual también merecía estar nominado. Y el brasileño, por la simple razón de que ganó la Confederaciones, el único título de selecciones que se disputó a nivel internacional en el año.

 Uno siempre piensa que lo ha visto todo, hasta que llega el momento de elegir el premio Puskas. Quizá una de esas pocas cosas que hace bien la Fifa, dar el nombre de uno de los mejores goleadores de la historia para nombrar el gol del año. Si uno se para a ver los tres goles, y ha practicado alguna vez fútbol, o simplemente lo ha visto alguna vez, se dará cuenta de que no debería ni haber finalistas. El gol de Zlatan, es con diferencia el mejor gol del año, por no decir uno de los mejores de la historia. Pero bueno, hay que estirar el chicle, y hacer el paripé de una votación por internet. Tras el premio Puskas, venía el "regalo" de Blatter a Pelé. Escuchando el discurso de Blatter, Maradona, Di Stefano, Cruyff y demás fueron unos cuantos jugadores del montón. Sobre todo Diego, debe de estar muy contento. Luis Suárez, de manera muy atenta en la retrasmisión de Cuatro, dio la clave. Cito textualmente, al único Balón de Oro nacido en España; "si quería el Balón de Oro, que hubiese venido a Europa, que nunca se atrevió". Palabra de Luis, que un servidor, no se atreve a discutir.

 Llegaba el momento cumbre, tras la elección de la mejor jugadora del año. La portera de la selección alemana, que antes era mediapunta, se llevaba el premio a casa. Curioso, que en el apartado femenino, nadie discuta que una portera pueda llevarse el premio. Sin embargo, cuando se trata de elegir al Balón de Oro masculino, los porteros quedan siempre excluidos. La cara de Blatter, era un auténtico poema esperando a Cristiano. Pelé, Platini y Blatter estaban listos para la foto. Cristiano subía a por el galardón, y las lágrimas corrían por su cara. Se discutirá sobre si las lágrimas eran fingidas o no, pero creo que esas lagrimas eran la liberación de alguien que no soporta ser segundo. Seguro que muchos lo discutirán hasta la saciedad, pero mi opinión es esa. La gala terminaba, el pronóstico se cumplía y todo se acababa. La pantomima de la Fifa terminaba, y a partir de ese momento empezarán los debates y discusiones que a mi ya no me interesan.

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