A vueltas con el Balón de Oro

    Cómo todos los años en esta época, el debate sobre quién debe ganar o quién no el Balón de Oro, copa las tertulias y las portadas de los medios deportivos. Desde una parte, haciendo campaña por Cristiano, desde la otra por Messi. Hasta ahí todo lógico, lo extraño es cuando se hace campaña para que lo gane cualquiera que no sea uno de los dos. Es decir, en Madrid para que lo gane Cristiano o cualquiera que no sea Messi, y en Barcelona haciendo campaña para que lo gane Messi o cualquiera que no sea Cristiano. Siendo un poco coherentes, los encargados de otorgar el premio, no deberían dárselo a ninguno de los dos. Vamos a explicar porqué.


   No soy muy amigo de los premios individuales, ya que el fútbol no deja de ser un deporte de equipo. Lo que más debería llenar las portadas de los medios, son los premios colectivos, no los individuales. Pero cómo es algo que no se puede cambiar, vamos a analizar la historia del premio, y dar una idea de quién puede ser el ganador de este año. 

  El premio, que en principio lo otorgaba la revista France Football, comenzó a entregarse en 1957. El primer ganador, fue el gran Sir Stanley Matthews, que por aquel entonces contaba con 47 años y militaba en el Blackpool. Se puede decir que el premio, ya comenzaba con mal pie. Nadie niega la calidad del extremo inglés, pero era más un homenaje a su carrera, que un premio al mejor del año. Ese mismo año, el segundo clasificado fue Di Stefano, y el tercero Kopa. Probablemente, los dos mejores jugadores del momento. Al años siguiente, Di Stefano se convertía en el primer español en conseguirlo.  Pero el premio venía con truco, ningún no europeo podía optar al premio, ya que se concedía sólo a jugadores nacidos en Europa. Sin embargo, la doble nacionalidad de la Saeta, hacía posible que el premio recayera en el hispano-argentino. Kopa volvía a quedar tercero, en el preludio al año de su triunfo. Ya en el Real Madrid, el francés conseguía ganar el premio de la revista de "su" país. 

   Di Stefano, volvía a ganar el premio al año siguiente, para dejar el testigo al único jugador nacido en España que lo ha conseguido. Luisito Suárez, se convertía en Balón de Oro tras su gran temporada con el Barça. El siguiente premiado, sería de nuevo un nacionalizado. Omar Sivori, el argentino nacionalizado italiano, se convertía en el primer jugador del Calcio en ganar el premio. Y en 1963, se otorgaría, el primer y último Balón de Oro a un portero. Lev Yashin, se convertía en el primer portero que conseguía ganar un premio que parecía indicado sólo para jugadores de ataque. A partir de ahí, nombres cómo Eusebio, Charlton, Best o Rivera fueron ganadores una vez del trofeo. Hasta que tras el "Torpedo" Muller, vencedor en el 70, llegó la lucha entre dos estilos de juego, la Naranja Mecánica y la potente Alemania. Cruyff lo ganaba en el 71 y en el 73, y su gran rival Beckenbauer lo hacía en el 72. Sin embargo, en el año en el que la Naranja Mecánica claudicaba en la final del Mundial ante Alemania, el premio volvió a caer en manos de Cruyff. De esta forma, el genio holandés, se convertía en el primer hombre en ganarlo en tres ocasiones. Franz volvería a ganarlo en el 76, y a partir de ahí no hubo un dominador claro hasta Keagan, que venció en el 78 y 79. Tomó el testigo Rummenigge, que lo ganó dos veces seguidas tras el inglés. 

   Entrando ya en la época de los 80, y tras su gran Mundial del 82, Rossi se hacía con su merecido trofeo. A partir de ahí, un dominador total y absoluto. Michel Platini, ayudado por el hecho de que Maradona no podía recibirlo, conquistaba tres Balones de Oro consecutivos, récord absoluto hasta la llegada del marciano Messi. La nueva generación de talentos holandeses, coparon los premios hasta los 90. Primero Gullit, y luego el gran Van Basten por dos veces, daban paso al gran Mathaus que culminaba así su gran Mundial de Italia. Al año siguiente, 1991, la FIFA comenzó a entregar el FIFA World Player, por lo tanto los ganadores no solían coincidir mucho. Ese mismo año, France Football, decidió decantarse por su compatriota Papin, mientras la FIFA volvía a apostar por el gran Lothar. Van Basten recogía su tercer Balón de Oro en el 92, y veía cómo Roberto Baggio tomaba su testigo en el 93. Tras el enorme Mundial de Bulgaria en el 94, Stoichkow se coronaba rey de Europa con su premio. 

  Y en 1995, se produjo un hecho sin precedentes. Un jugador no nacido en Europa, y que había brillado con el PSG y acaba de fichar por el Milan, se coronaba Balón de Oro. George Weah, liberiano, que nada podría llegar a conquistar con su selección, se convertía en el primer africano en ganarlo. A partir de ese momento, pareció abrirse la veda. En 1996, el defensa del Borussia Dortmund, Mathias Sammer, se alzaba con el Balón de Oro gracias a su victoria en la Champions con su club y con su selección en la Eurocopa de Inglaterra. En el 97, la irrupción de Ronaldo Nazario, lo hizo merecedor del título sin discusión. Luego vino Zidane, tras él Rivaldo y luego Figo. En 2001, los cinco títulos de Owen en un año le dieron uno de los premios más discutidos. El resurgimiento de Ronaldo en el Mundial de Corea y Japón, le concedió su segundo entorchado. La Champions de 2003, daba a Nedved su Balón de Oro, y al año siguiente a un Shevchenko que lo consiguió por el mismo motivo que el checo. 

   El año 2005, nos volvió a dejar a una figura en su momento álgido cómo ganador. Ronaldinho Gaucho, tras haber enamorado al mundo y llevar al Barça a lo más alto nuevamente, se coronaba cómo justo campeón del trofeo. La elección del 2006, es una de las más discutidas de los últimos años. Cannavaro, se convertía en el segundo defensa en conseguirlo, gracias a la victoria de Italia en el Mundial de Alemania y al gran torneo del italiano. En 2007, el Kaká que ganó la semifinal de la Champions ante el Manchester en las filas del Milan él sólo, se hacía con el trofeo de manera justa. Al año siguiente, Cristiano Ronaldo, fue justo vencedor gracias a su enorme año con el Manchester.

   Y en 2009, comenzaba la dictadura de Messi en el premio. Tras haberse unificado el FIFA World Player y el Balón de Oro, el premio se convertía en algo más global. Cristiano había sido el primero en ganarlo en esta nueva versión, pero el portugués tuvo que conformarse con ver cómo el argentino recogía el premio año tras año. Tres veces ha quedado segundo Cristiano tras Messi, exceptuando el año en el que más se ha discutido el premio del argentino. El año en el que el Barça, completó su seis de seis, y Xavi e Iniesta ganaron el Mundial a mayores. Eso levantó cierto debate, pero al final, en el año 2010 el ganador fue Leo por delante de Iniesta y Xavi. En los dos años siguientes, el ganador sin discusión fue el argentino. Pero este año, parece que ni él ni Cristiano, se llevarán el premio a casa. 

   Cómo hemos comprobado, la lista de ganadores es de auténtico lujo. Pero si uno se para detenidamente a observarla, se da cuenta de que hay grandes de la historia que no lo han ganado. Uno, por no jugar nunca en Europa, Pelé. Otro por no ser europeo, Maradona. Y otros simplemente porque no se lo quisieron dar. Véase, los Maldini, Baresi, Romario, Pirlo, Xavi, Iniesta, Puskas, Gento, Voller, Klismann, Hugo Sánchez o Laudruo por poner unos cuantos ejemplos. Si ya nos metemos en el tema de la portería, igual no sería descabellado que Arconada, Buffon, Taffarel, Casillas o Schmeichel tuvieran uno. Y esto, no lo digo cómo una boutade, sino cómo hechos probados. Es decir, han sido tan determinantes cómo el que más en los éxitos de sus equipos o selecciones. Desde mi humilde punto de vista, el año en el que Sammer lo gana, sus compañeros Ricken o Moller fueron más determinantes en la victoria en Champiosn del Borussia. O el año en el que Canavaro gana, sólo la expulsión de Zidane lo privó del triunfo. Pero en esa selección italiana, Pirlo, o el mismo Buffon fueron tanto o más determinantes que Il Bello. 

   Mi pregunta para los encargados de otorgar el premio es; ¿que se premia? Porque cada vez lo tengo menos claro. ¿El año natural? ¿La temporada? ¿ La importancia en los títulos? ¿Los goles? Creo que los criterios van más encaminados al gusto de cada cual, y eso es algo muy subjetivo. He escuchado, declaraciones de periodistas quejándose de que el capitán de Guinea no podía votar. ¿Lo mismo pensará el capitán de Guinea de los periodistas que en la vida han dado una patada a un balón no? El resultado, nos deja un premio que cada vez tiene menos credibilidad por el circo que se mueve a su alrededor. El esperpento del año pasado, con personas que se quejaban de que su voto se había cambiado, o con votos nulos, hacen que el premio vaya perdiendo prestigio. Sin embargo, faltando dos meses para conocer el vencedor, ya comenzamos con el debate. 

   Si el premio se otorga al mejor, debe ganarlo Messi. Aunque Cristiano esté a su mejor nivel, sigue un peldaño por debajo del argentino. Pero si se trata de dárselo al mejor, pueden ahorrarse las votaciones para los próximos tres años. Sin embargo, si se valora al mejor de la temporada, es otra cosa. El año pasado, aún marcando 45 goles en Liga, Messi no apareció en la fase final de la Champions. La lesión ante el PSG, lastró los últimos partidos del argentino que ya no apareció más tras lesionarse. Cristiano, que comenzó la Liga triste, acabó la temporada cómo su equipo, con un quiero y no puedo que se vio reflejado en la eliminatoria ante el Borussia y la final de Copa ante el Atleti. Todo apunta a que el tercero en discordia, Ribery, será el que se lleve el gato al agua. Sin embargo, aunque pienso que el francés está en el mejor momento de su carrera sin discusión. Para mí, el año pasado en los momentos más importantes, Robben fue más determinante que el francés. Véase la final de Champions por ejemplo, o incluso las semifinales ante el Barça. Lo que está claro, es que las últimas declaraciones del francés en L'Equipe. En las que afrima ser el mejor, no le ayudarán bastante, o quizá todo lo contrario.

   Tendremos debate hasta el día en que se entregue, pero para mí, ninguno de los posibles ganadores sería el ideal. Si gana Cristiano, no hay motivos para ello, ya que el año pasado no ganó nada. Si gana Messi, se le dará a un jugador que ni apareció en las semifinales de Champions en la que su equipo salió vapuleado. Y si lo gana Ribery, lo ganará un jugador que ganó tres títulos. Un jugador que rindió a un enorme nivel, pero que fue parte de un equipo que era un auténtico rodillo. Gane el que gane, tendremos polémica seguro. Pero desde luego, a mí, me da bastante igual. 

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