Una Liga muy desigual

   Tras el parón de las selecciones, la Liga ha vuelto, y nos ha dejado tres goleadas de los tres primeros. El Atlético, en un muy buen partido, apabullaba al Getafe ganándole 7-0. Su vecino, el Real Madrid, ganaba 0-5 en Almería con goles de todas sus estrellas y del canterano Morata. Cómo ya escribimos aquí ayer, el Barça, ganó por 4-0 al Granada sin prácticamente despeinarse.


   El partido del Calderón, en el que influyó la expulsión de Varela, el Atlético se dio un auténtico festín. Los de Simeone, que se permitió el lujo de dejar a su goleador en el banquillo, salieron con la intención de terminar rápido con el partido. Los del Cholo, con su filosofía de ir partido a partido, siguen manteniendo el ritmo de Barça y Real Madrid. La buena noticia para los rojiblancos, fue la "recuperación" de Villa cómo goleador. El Guaje, que marcó dos goles, se reencontraba con el gol ante su afición el día que jugaba sin Costa al lado. A estas alturas de temporada, Villa ya ha amortizado su fichaje por el Atlético. Raúl García, que junto a Miranda, se ha vuelto en el ejecutor de los medidos centros de Koke, hizo doblete al igual que Villa. Koke anotaba el segundo, y Adrián cerraba la cuenta. Pero el gol de la jornada, y posiblemente uno de los mejores de la temporada, lo marcó Diego Costa. Un centro desde la banda derecha, terminaba con el vuelo del delantero rojiblanco. En un gran escorzo, enviaba de manera acrobática el balón a la red de un Moyá, que sólo pudo mirar cómo el balón entraba.

   El Getafe, que puede escudarse en que se quedó con diez, en ningún momento llegó a competir por el partido. Esto era algo a lo que nos tenían acostumbrados Barça y Real Madrid, pero ahora los del Cholo, se han convertido en un rival que arrolla a sus rivales. Para algunos, puede significar que la Liga se abre mucho más, con un tercer aspirante al título. Pero si uno se detiene a ver algunos partidos, el problema puede que sea que estos tres equipos se encuentran con rivales que no pueden competir contra ellos. Esto nos deja una Liga bastante desigual, en la que los tres primeros luchan por el título, y el resto intentan arañarle un punto cómo mucho. En la parte meda y baja, sólo el Villareal asoma la cabeza para poder plantar cara a los tres grandes. Pero en estos momentos, salvo sorpresas cómo la del empate del Barça en Pamplona, nos deja una liga con grandes desigualdades. 

   En el partido de Almería, Ancellotti apostó por un centro del campo creativo. En el primer partido sin Khedira, el italiano apostó por Illarra, Alonso e Isco en la medular. El resultado, fue un Madrid más dinámico, que cuida más el balón, pero que sigue siendo un ciclón a la contra. Ayudó bastante al conjunto blanco, que en el minuto tres ya fuera por delante en el marcador. Un nuevo gol de Cristiano, que no falló en su cita con el gol, era suficiente para contener el ímpetu almeriense. A la vuelta del descanso, el golazo de Benzema, calmaba los ánimos madridistas que ya habían visto cómo Cristiano se retiraba lesionado. Un garrafal fallo en defensa, ponía en bandeja el tercero a Bale, que no perdonó ante Esteban. Un nuevo golazo, esta vez de Isco, al que se le vio con más confianza que en otros partidos, ponía el 0-4 para el Real Madrid. El partido moría, y Morata definía con una gran vaselina para cerrar el 0-5 final. 

  Cómo en los otros dos partidos, el Real Madrid, sin apenas esfuerzo, sellaba su victoria con una amplia goleada. Cómo ya he dicho antes, la Liga se ha vuelto demasiado desigual. Unos lo pueden achacar a los enormes presupuestos de Real Madrid y Barcelona, o al gran momento Atlético, que cuenta con mucho menos presupuesto que ambos. Pero lo que parece claro, es que ninguno de los tres tiene problemas para sacar sus partidos adelante, sobre todo en casa. A mi modo de ver, la Liga era mucho más emocionante cuando cualquier equipo de mitad de tabla podía sorprender a uno de los grandes. Ahora parece, que el no llevarse una goleada es más que suficiente para los equipos que juegan ante los grandes. Seguro que veremos algún pinchazo de uno de los tres, pero la impresión es que ese pinchazo llegará más por un mal partido de uno de ellos que por mérito del rival. 

  Espero equivocarme, y que la Liga no termine con los tres primeros con unos guarismos superiores a los ochenta puntos, pero parece bastante improbable. Veremos que pasa, y si alguno se descuelga, pero parece que este año la Liga es cosa de tres, y el resto tendrán que conformarse con no ser goleados. 

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