El Barça cambia el estilo, pero de momento le sobra

  El equipo del Tata, a pesar de la lesión de Messi, y siendo inquietado por el Betis levemente en la primera parte, se llevó de Sevilla los tres puntos casi sin despeinarse. Sin embargo, el equipo del Tata, en el que hoy había seis cambios con respecto al once ante el Milan, volvió a dejar algunas dudas en su juego.


   Comenzaba el partido, con una gran presión por parte del equipo de Mel. El Barça, que contaba con las novedades en el once de Montoya cómo lateral izquierdo, Song de medio centro y Bartra cómo central. A simple vista, el once del Barça, era un once orientado al descanso de los que más juegan. Busquets, que ni entró en la convocatoria, dio paso a un Song que cumplió en la labor defensiva, pero al que se le vio un poco perdido en la salida de balón. Aún así, el camerunés, asistió perfectamente a Cesc en el primer gol culé. La defensa bética, se equivocó en el fuera de juego, Cesc entró desde atrás y asistió a Neymar que sólo tuvo que empujar el balón a la red, previo susto por el bote irregular del balón. Hasta ese momento, el equipo de Mel, discutió el balón a un Barcelona que no parecía entrar en el partido. Por aquel entonces, Messi ya había abandonado el campo para dar entrada a Iniesta. Con el manchego en el campo, el Barça empezó a parecerse un poco más al de siempre. Iniesta, comenzó a moverse entre líneas, a asociarse con Xavi y tirando paredes con Cesc. Neymar, se liberaba un poco, al poder ir a los espacios que ocuparía Messi de estar en el campo, ya que Cesc actuaba de falso nueve y bajaba a combinar con Iniesta y Xavi.

   En otro fallo clamoroso de la defensa bética, Pedro se hacía un autopase de casi treinta metros y culminaba la jugada cruzando la pelota ante un Sara que igual pudo hacer algo más. El Barça, se iba al descanso con un 0-2 sin apenas despeinarse. Pero si uno analiza el partido, se dará cuenta de que el Betis, de no ser por un enorme Valdés, podría irse al descanso con el marcador a la inversa. Y es que de nuevo, la otrora defensa mediante la posesión del equipo culé, desapareció. El Betis, llevó el peso del partido durante la primera parte hasta el gol de Pedro, a tirones y con un buen Nono que jugaba bien entre las líneas culés. Xavi, no terminó de entrar en el partido, ni en la primera parte ni en la segunda. Y cuando Xavi falta, el Barça lo nota. Y mucho más, si a ello se suma la falta de un Busquets, que se valora muchísimo más cuando no está. 

    La segunda parte, nos mostró a un Betis mucho más largo, sabiendo que ya no tenía nada que perder. Pero el gol de Cesc, en un nuevo fallo de la defensa bética al tirar el fuera de juego, y tras un enorme pase de Iniesta, tumbaba cualquier esperanza bética. El Betis siguió intentándolo, pero ya no tenía ni fuerza ni ideas. El cuarto gol, en un gran remate de cabeza de Cesc, mataba el partido definitivamente. El Betis quería su gol, y en el minuto 92, Molina lo conseguía de penalty. El partido terminaba, y el Tata firmaba así el mejor arranque liguero de la historia culé. Sin embargo, durante estos quince días de parón de selecciones, seguro que en las tertulias y en los periódicos leeremos que el juego del Barça no convence. Desde aquí, lo único que podemos decir, es que el Barça ya no juega a lo mismo, pero aún así le sobra.

   El equipo culé, parece haber cambiado el chip, cómo explicaba el otro día Busquets al ser entrevistado a pie de campo tras el partido contra el Milan. El Barça, lleva casi seis años jugando contra equipos que se encierran y lo esperan a la contra. Cuando el nivel del equipo contrario es alto, y sus delanteros muy rápidos, está demostrado que el Barça sufre. Lo que ha cambiado Martino, es la forma de encarar el partido por parte del equipo. Ya no le hace falta tocar el balón treinta veces hasta llegar a portería, es más, si puede hacerlo en tres mejor que mejor. Esto no quiere decir que el Barça juegue peor, simplemente juega diferente. Ha añadido a su registro, una gran capacidad para salir a la contra. Y tiene jugadores para ello, Pedro, Alexis, Neymar, Messi o incluso Tello, son jugadores muy veloces para lanzar cualquier contra. Sin embargo, esta nueva idea, reduce la participación en el juego de Xavi e Iniesta. Bien es cierto, que los culés han combinado este año partidos de la "vieja" escuela, y partidos de la "nueva" cómo el de hoy. Y en algunas ocasiones, hasta en el mismo partido se ha cambiado el "estilo". Hemos visto al Barça de "siempre" en la primera parte ante el Milan, y al nuevo en la segunda, por poner un ejemplo. 

   Sea cómo fuere, al aficionado le puede gustar más o menos, pero está visto, que de momento es suficiente. En Liga líder en solitario, y clasificado en Champions, nadie puede discutir la efectividad de los de Martino. En donde se equivocarán los aficionados y los críticos, será cuando quieran compararlo con el Barça de Guardiola. Eso no tiene comparación, ni la tendrá nunca. El Barça ahora juega a otra cosa, y la juega bien. El futuro nos demostrará, si a algo que funciona, o no. Veremos. 


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