Y Messi tuvo que parar...

   La noticia que ayer hacía saltar las alarmas en Can Barça, se confirmaba hoy. Messi no volverá a jugar en 2013, o lo que es lo mismo, estará entre seis y ocho semanas de baja por su lesión en el bíceps femoral.

 

   En una acción aparentemente intrascendente, en la que Leo hacía un pequeño esfuerzo para asistir a Neymar casi desde el suelo, el bíceps femoral de la pierna izquierda del crack argentino dijo basta. De nuevo, esta vez en la pierna derecha, el mismo músculo hacía que Messi abandonara el campo antes de tiempo. Sin embargo, hasta hoy, no hemos sabido el alcance de la lesión del argentino. El resultado de las pruebas realizadas al de Rosario, caía cómo un jarro de agua fría en Barcelona. A partir de ahí, la rumorología y las expeculaciones no tardaron en llegar. Desde aquí, vamos a intentar darle un enfoque meramente futbolístico, cómo siempre intentamos. 

  Desde este blog, veníamos advirtiendo desde hace algunas jornadas, que Leo no era el de siempre. Podíamos pensar que sólo se debía a miedo a una recaída, o que simplemente no conseguía encontrar su punto de forma. Sin embargo, ayer, la pierna de Leo dijo basta. Y puede que cómo dijo Cesc tras el partido, Leo deba empezar a cuidarse. Y con eso no me refiero a su vida privada, sino a su pequeña "obsesión" por jugarlo todo y a toda costa. Leo ya ha batido todos los récords, y los que le quedan por batir los batirá pronto. Entiendo sus ganas por dejar huella cada año, pero a veces el cuerpo necesita descansar.

  Probablemente, la preparación de Leo no fuera la idónea, debido a su gira solidaria de este verano, y a la movida pretemporada culé. El resultado, no es otro que la tercera lesión muscular de Leo en apenas tres meses de competición. Desconozco si alguien del cuerpo técnico, o de la dirección deportiva, ha tenido una conversación con Leo advirtiéndole que esta pequeña obsesión, a la larga, podría ser contraproducente. Bien es cierto, que no es la primera vez que el Barça saca a Leo cual Cid Campeador a la batalla. En la vuelta de la eliminatoria contra el PSG, Leo saltó al césped del Camp Nou lesionado, solamente para intimidar al conjunto parisino. A partir de ahí, Leo no volvió a ser el mismo. La eliminatoria contra el Bayern, nos mostró a un Leo falto de ritmo, que no conseguía dejar su huella cómo siempre. 

  Este año, hemos visto a Leo vomitando, e incluso apartado de las jugadas. La participación del argentino, iba cada vez a menos, y en algunos partidos parecía ausente. No sprintaba cómo antes, no encaraba tanto cómo antes y no se movía tanto cómo antes. Leo, ha tenido que parar, y muy a su pesar más tiempo que el de costumbre. El argentino, no tenía una lesión grave desde antes de que llegara Guardiola. Su fisioterapeuta Juanjo Brau, lo acompañaba hasta hace poco a todos sus viajes con la selección argentina, pero parece que Leo ha prescindido de sus servicios. Casualidad o no, desde la marcha de Brau, Leo ha vuelto a sus malditas lesiones musculares. Muchos le echarán la culpa a la ruptura con Brau, otros a que ya no está Guardiola, pero la realidad es que el Barça pierde a su estrella durante ocho semanas. El resto, son especulaciones y dimes y diretes que no conducen a nada. 

  El problema, es que Martino tiene que recomponer el puzzle sin la pieza clave. La lógica, indica que Cesc ocupará la posición del 10 argentino. El de Arenys, se colocará de falso nueve, algo que no es nuevo para él y que puede servirle para ganarse un puesto cómo titular en el Mundial. En el que recaerá toda la responsabilidad, y puede que demasiado pronto, es en Neymar. El príncipe, deberá tomar el timón en ausencia del indispuesto rey. Puede que Neymar, al que tener a Leo al lado le liberaba un poco de la presión, acabe pagando los marcajes dirigidos a Leo. Sin embargo, cuando Messi ha faltado, hemos visto al mejor Neymar, ya que tenía más libertad de movimiento. No dudo que Neymar no vaya a coger la responsabilidad, y ejercer de capitán general del ataque culé, pero la interrogante es si dará tanto servicio cómo cuando es el actor secundario. Suplir a Leo es imposible, pero mitigar su baja algo más accesible. Me imagino, que la política de rotaciones de Martino, continuará aún faltando Leo. Esto se traduce en más minutos para Pedro, Tello e incluso Sergi Roberto, ya que Cesc dejará de entrar en la rotación del centro del campo...o no. 

  Sea cómo fuere, puede que al Barça se le hagan largas estas ocho semanas sin Leo. Si con la ausencia de Leo, el equipo empieza a fallar, puede repetirse de nuevo el error de hacerlo volver antes de tiempo. La situación aconseja prudencia, pero en el fútbol, es algo que depende muy mucho de los resultados. Veremos que pasa, pero de momento Leo tiene que parar. 

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