Casillas o Diego, culpa de Ancelotti

  Poco, o nada, queda ya que decir de la polémica sobre la portería madridista. Sin embargo, desde este blog, vamos a intentar darle sólo un punto de vista deportivo. Sin caer en polémicas, y sin querer crear un nuevo estado de opinión. Vamos allá.

 

   La gran polémica comenzó en un partido en Valencia, en el que Arbeloa, involuntariamente lesionaba a Casillas en la mano. Mourinho, entrenador blanco por aquel entonces, ya había expresado su falta de confianza en el meta madridista. A partir de ahí, y con el de Móstoles lesionado, la maquinaria madridista se puso manos a la obra para contratar un portero de garantías para cubrir la baja de su guardameta. Mourinho no confiaba en Adán, ni tampoco en los porteros de las categorías inferiores. El fichaje al Madrid le salió redondo, un portero de la casa, que no estaba contando con minutos en Sevilla y por un precio asequible. 

  Mientras Casillas se recuperaba, Diego llegó, vió y triunfó. La meta blanca estaba bien cubierta en ausencia del Santo, que veía desde la grada, cómo Diego iba creciendo partido a partido. Cuando Iker se recuperó, el de Paradela ya no tenía discusión para Mourinho. Circunstancias personales aparte, las cuales desconozco, Diego es más el prototipo de portero de Mou, que Casillas. A partir de ahí comienza la polémica, y eso a mí, francamente, no me interesa. La temporada terminó con Diego cómo titular, y con Casillas consciente de que mientras Mourinho gobernara en la casa blanca no volvería a jugar. Se acabó el año, Mou dijo adiós para volver a Londres y Casillas tenía la oportunidad de convencer al nuevo entrenador.

  El secreto a voces se confirmó, Ancelotti era el elegido para sustituir al de Sétubal al frente de la nave blanca. A partir de ese momento, ambos comenzaban de cero con el nuevo entrenador. Bien es cierto, que Casillas, se incorporó más tarde tras la Confederaciones. Eso dotaba de una ligera ventaja a Diego. Ancelotti en su cuerpo técnico, al igual que Mourinho, venía acompañado por un preparador de porteros. Por lo tanto, podemos deducir que tanto Diego, cómo Iker, no contaban con el favor de un preparador de la casa que pudiera auparlos a la titularidad. La pretemporada avanzaba, y ambos porteros se turnaban en la meta blanca. Pero llegó el comienzo de la Liga, y Carlo eligió. Diego comenzaba cómo titular, puede que debido a que Casillas se incorporó tarde, o simplemente a que tanto Ancelotti, cómo su preparador de porteros, veían mejor a Diego. 

  El esperpento comenzó el día del Trofeo Santiago Bernabéu. En el día del homenaje a Raúl, donde Casillas le cedió el brazalete que había heredado del siete blanco, comenzó la división de opiniones en Concha Espina. Parte de la grada animaba a Iker, y la otra parte a Diego. Pero la traca final, llegó cuando Ancelotti, hizo salir a calentar al meta gallego cuando la primera parte moría. El plebiscito obtuvo un resultado nulo. La rueda de prensa posterior al partido, dejó claro que Ancelotti no sabía en que charco acababa de meterse. El colofón, llegó cuando fue interrogado en rueda de prensa sobre si Casillas iba a ser titular. Carlo, ni corto ni perezoso, contestó que Diego jugaría la Liga e Iker la Champions. Algo hasta ahora desconocido en la casa blanca. 

  Iker hizo su debut en Champions en Estambul, ante el Galatasaray. Pero cómo si de una paradoja del destino se tratara, de nuevo un compañero, esta vez Ramos, lesionaba al portero madridista. De esta forma, Diego López también debutaba en la Champions. Conclusión, ninguno de los dos porteros podrá salir en invierno a un equipo que esté jugando la máxima competición continental. De nuevo un error de bulto de Ancelotti, o quizá una estrategia para no perder a ninguno de sus dos porteros y no tener que "culparlos" de la eliminación en Champions a manos de cualquier rival europeo.

  El caso es que la vida sigue igual en Chamartín, Diego juega la Liga e Iker la Champions y la Copa. Algo que hemos visto en el Valencia con Guaita y Alves, pero que nunca se había planteado en el Madrid. Y nunca se había planteado, porque Iker Casillas lleva siendo el dueño de la portería blanca desde hace una década. A excepción del paréntesis del año de la novena, Casillas ha sido titularísimo en todas sus campañas cómo meta blanco. Sin embargo, con la llegada de Ancelotti, el de Móstoles ha visto su participación en el once liguero prácticamente imposible.

  Si uno se para a contar partidos, si el Real Madrid llegara a ambas finales, Champions y Copa, Casillas terminaría el año con treinta partidos oficiales cómo mucho. El resultado, no debería ser otro que su no titularidad en la selección. Ya que Víctor Valdés, además del nivel que está mostrando, jugará cómo mínimo el doble de partidos que Iker. Pero si uno lo plantea a la inversa, se dará cuenta de que el máximo de partidos que puede llegar a jugar este año Diego López, nunca superará los 38, salvo lesión de Casillas o viceversa. Esto nos deja a dos grandes porteros, que se van a perder media temporada. Uno puede que pierda el tren de la titularidad en el Mundial, y otro el merecimiento de poder lucirse en las grandes citas. 

   Y ahora vamos al análisis puramente deportivo. Bajo mi punto de vista, en lo que va de temporada, poco o nada se le puede reprochar a Diego López. El gallego ha estado acertado en el 90% de sus acciones, e incluso ha salvado algún que otro punto para los de Ancelotti. Es un portero sobrio, que va bien por alto y que se maneja bien con los pies. Con un saque en largo, tanto con la mano, como con el pie muy precisos, es el portero ideal para lanzar las tan temidas y eficaces contras madridistas. Del otro lado tenemos a Casillas, el mejor portero del mundo, un gato bajo los palos. Dotado de unos reflejos innatos, y de una potencia de piernas espectacular. El de Móstoles, es uno de esos futbolistas tocados con una varita mágica. Maradona tenía su pierna izquierda, Pelé su técnica y su físico, Cruyff su inteligencia, Zidane su clase y Casillas tiene el don de la ubicuidad. Puede que suene un poco exagerado, pero el portero blanco, parece tener una comunión con el balón. Sólo así pueden explicarse algunas de sus paradas, como la que hace a Robben en la final del Mundial, o la que saca a Perotti en Sevilla. Paradas que cualquier otro humano, no conseguiría hacer, ya que el balón iría un centímetro más arriba, o más a la derecha, o más a la izquierda. Pero el don de Casillas, aparte de sus reflejos y de su colocación, es que el balón siempre "va" a él. La parada de Turín del otro día, es una parada que sólo puede hacer Casillas. Es así de simple.

   Si yo fuera entrenador del Real Madrid, me hallaría en una gran diatriba. Decidir entre el mejor portero del mundo, con permiso de Valdés ahora mismo, y el portero que está cumpliendo muy bien con su trabajo. Sin embargo, el único culpable para mí es Ancelotti. Si desde principio de temporada, apostara por uno de los dos para todo, no tendríamos esta polémica semanal. Diego López está en el mejor momento de su carrera, Casillas es uno de los mejores porteros de la historia. A quién siente ahora lo dejará a los pies de los caballos. No es fácil la papeleta de Diego, teniendo que soportar las críticas y los ataques de ciertos sectores de la prensa. Al igual que no es fácil la de Casillas, que sabe que haga lo que haga sólo va a jugar cada quince días, cuando un portero lo que necesita es continuidad. 

  Estoy seguro de que el culebrón se resolverá antes de Enero, pero hasta entonces seguiremos teniendo polémica. Futbolisticamente, nadie tiene que reprocharle nada a Diego ni a Casillas, cuando les ha tocado jugar han cumplido. Pero el que los ha puesto en esta situación de presión, ha sido Ancelotti. Lo que tengo claro, es que no me gustaría estar en el pellejo de ninguno de los tres ahora mismo. En el de Diego, porque me imagino que las estará pasando canutas. En el de Iker, porque se escapa el Mundial y  ve que su etapa blanca puede estar tocando a su fin. Y en el de Ancelotti, porque además de este problema tiene otros muchos. Pero el único que ha provocado esto ha sido él, ahora a ver como lo soluciona. 

   Cosa hai fatto Carlo?