Resumen Juventus-Real Madrid y resto jornada Champions
La jornada de Champions de hoy, nos ha dejado algunas sorpresas, cómo el empate del PSG en casa ante el Anderletch, o la victoria del Copenhage ante el Galatasaray. Los equipos españoles, tanto Real Madrid, cómo Real Sociedad, no pasaron del empate. A los donostiarras, este empate les deja casi sin posibilidades de clasificarse como segundo de grupo, pero aún tiene esperanzas para la Europa League. El equipo blanco, por lo contrario, tras su empate en Turín, sólo tiene que certificar su clasificación en el Bernabéu la próxima jornada.
La novedosa alineación de Ancelotti, en la que Ramos volvía al lateral derecho, en lo que parece un toque de atención a Carvajal y Arbeloa, no dio sus frutos durante la primera parte. A Ramos, lo acompañaban Varane, Pepe y Marcelo en la línea de cuatro, con Alonso, Modric y Khedira por delante. Alonso, a la salida del balón, se colocaba entre los dos centrales. Esta situación, dejaba a Modric cómo único elemento de conexión con sus tres delanteros, Cristiano, Bale y Benzema. Todo esto, unido al poblando centro del campo turinés, dejaba en numerosas ocasiones a un Madrid quebrado, que no parecía encontrar conexión entre sus líneas. Ramos notó la inactividad en el lateral derecho, y entre Asamoah, Tévez y Pogba, pusieron en aprietos al de Camas. Cómo ya pasó en el Bernabéu en el partido de ida, Pirlo volvió a quedarse sólo en el centro del campo, ya que ningún jugador del Madrid le presionaba. Esta situación, dejaba en muchas ocasiones a sus tres centrocampistas, totalmente en paralelo. Este posicionamiento, dejaba un mundo de distancia entre la tímida presión que hacían los delanteros, y la segunda línea de presión blanca. El Madrid parecía esperar una contra, que no terminaba de llegar. Un balón a la espalda de la defensa blanca, propiciaba el penalty de Varane sobre Pogba, que el chileno Vidal se encargaba de transformar. El 1-0, igual se antojaba demasiado buen resultado para los de Turín, pero aunque fuera a arreones, ya había hecho trabajar a Casillas. Primero con un centro de Pogba, que tras tocar en Pepe se envenenó, e hizo trabajar al de Móstoles. Poco antes del gol, un centro de Tévez, era rematado de cabeza por Marchisio a bocajarro, y terminaba de nuevo con una gran parada del portero madridista. El resto del primer tiempo, fueron idas y venidas que no condujeron a nada. Del Real Madrid, lo único a destacar, fue un disparo de Cristiano que tras una contra pasó rozando el palo de Buffon. El equipo blanco, encaraba el descanso con algunas lagunas que debía resolver.
Pero tras la reanudación, y puede que espoleado por la charla en el vestuario, el Real Madrid salió con otra cara al Juventus Stadium. El equipo blanco, salió dando un paso más hacia delante. Modric adelantó su posición, y Alonso y Khedira, además de los laterales, se incorporaban más al ataque que en la primera parte. Esto, unido a la caraja juventina del comienzo de la segunda parte, dieron cómo resultado el primer gol blanco. Un fallo garrafal de Cáceres, dejaba el balón en los pies de Cristiano, que tras combinar con Benzema, se plantaba sólo ante Buffon y ponía el 1-1 en el marcador tras una gran definición. Tras el gol, el Real Madrid comenzó a sentirse más cómodo, e incluso dispuso de una gran ocasión con un tiro de Xabi Alonso al larguero de la meta italiana. Pero al poco de tentar nuevamente la meta de Buffon, una nueva contra, terminaba con un pase de Cristiano a Bale, que tras un gran recorte y un disparo seco, ponía el 1-2 para los madridistas. El Real Madrid, se sentía cómo pez en el agua con el devenir del partido. Tenía el marcador a su favor, y recuperaba rápido para lanzar a sus dos balas en pos del tercer gol. Sin embargo, en un nuevo error defensivo blanco, esta vez de un desafortunado Varane. Un balón cruzado, en el que el francés perdía la marca de Llorente, terminaba con el remate del riojano, ante el que poco pudo hacer Casillas. A partir del 2-2, Ancelotti comenzó a mover su banquillo. Retiró del campo a Alonso, que parece tener los minutos pautados para no recaer, para dar entrada a Illarra. El equipo perdió un poco de presencia, quizá acusando el golpe del gol turinés. Di María sustituyó a Bale, en un intento de dar frescura al ataque, pero desde la salida de Alonso, los balones ya no llegaban con tanta claridad al frente de ataque madridista. Un Benzema que también acusó el desgaste, dejó su sitio a Jesé, que casi no tuvo tiempo de participar en el juego. El partido moría entre el cansancio juventino, que quería y ya no podía, y la relajación madridista ante el resultado.
El resumen del partido, es que la Juventus, no puso en demasiados aprietos al equipo de Ancelotti. Aún así, los italianos pudieron llevarse el partido de no ser por sus propios errores. Lo mismo es aplicable a un Real Madrid, que sigue teniendo una asignatura pendiente en defensa. Está claro que el Madrid tiene una pegada brutal, cómo hoy se demostró, pero debe manejar mejor los partidos. No puede esperar a que los rivales se pongan por delante, cómo le ha pasado hoy, para dotar de una marcha más su juego. Sigo creyendo, que el equipo crecerá a la velocidad a la que Alonso siga cogiendo minutos. Illarra parece un buen complemento, pero de momento, un poco verde para ocupar el sitio del tolosarra. Y es que el trabajo, y la colocación que aporta el 14, además de su calidad, es algo que es difícil de encontrar en un jugador recién llegado.
En cuanto al partido de la Real, los donostiarras, se vieron desbordados por un Manchester que aún sin presentar a su equipo titular, dio muestras de su enorme potencial. Los de Arrasate, salieron con un pequeño complejo de inferioridad, ante un Manchester, que era consciente de su superioridad. Los Red Devils, planeaban por el área de Bravo con cierto peligro. Las llegadas de Kagawa, fueron las más inquietantes para el equipo donostiarra. Pero el poco acierto del japonés, y de todo el ataque británico, llevaban el partido con 0-0 al descanso. Tras la reanudación, el mismo guión, aunque la Real se fue más arriba con el paso de los minutos. Moyes dió entrada a su delantero estrella, Van Persie, y al eléctrico Young, que se inventó un penalty que el palo repelió para buena fortuna de los donostiarras. Una ocasión de Xabi Prieto, que tras tocar en el pecho de Vela rozó el poste de la portería inglesa, fue la mejor ocasión del partido para los donostiarras. El partido moría, y con él las opciones de los realistas. A falta de dos jornadas, el poder clasificarse cómo segundos, se antoja más que difícil para los de Arrasate. Sin embargo, los aficionados realistas, pueden estar orgullosos del esfuerzo de su equipo. Los de Anoeta, quizá hayan pecado de novatos, y en los partidos en los que más se han merecido, han perdido puntos importantes. Si la suerte les acompaña, probablemente puedan terminar jugando la Europa League. Sería un buen premio para la gran campaña realista del año pasado. Sobre todo, tras haber probado el sueño de la Champions, y comprobado que a veces, la suerte, es más necesaria que el buen fútbol. Ahora toca centrarse en la Liga, que es lo que al final de año les dará más o menos alegrías a los realistas.
En el grupo del Madrid, la sorpresa la vimos en Copenhage, donde los locales vencieron a un Galatasaray que baja mucho su nivel cuando juega fuera. El grupo sigue quedando abierto, y la Juventus necesita ganar sus dos partidos para poder pasar segunda y no tener que conformarse con el consuelo de la Europa League. De confirmarse el fracaso juventino, sería una de las primeras grandes sorpresas de la competición, ya que el campeón de italia entraba en todas las quinielas para llegar a las altas cotas de la misma.
En el grupo de la Real, el empate de Shaktar y Leverkussen, deja el primer y el segundo puesto muy abierto. La Real aún tiene posibilidades, pero todo apunta a que ucranianos y alemanes se jugarán el billete a octavos entres sí. Muy mal se le tendría que poner la cosa a los de Moyes, para dar la campanada y no pasar a octavos cómo primeros de grupo. Un respiro para los de Manchester, a los que algunos resultados en Europa y la competición doméstica comenzaban a poner en duda el proyecto post-Fergie.
Otra de las sorpresas, fue el empate de los parisinos del PSG ante el Anderletch en casa. Sobre todo, teniendo en cuenta que hace quince días, los de Blanc, apabullaron por 0-5 a los belgas. Bien es cierto que hoy, los del Parque de los Príncipes, no sacaron su once de gala, pero si un equipo muy competitivo. Y es que la máxima competición, nunca deja de sorprendernos. La mejor noticia para los parisinos, fue la vuelta de un Thiago Silva que dota de otra dimensión a la ya de por sí buena defensa gala. Sigo diciendo que el equipo de Blanc, a nada que se descuide cualquiera de los grandes, es un serio aspirante al título. La victoria por la mínima, del Olympiacos de Michel ante el Benfica en Atenas, deja a los portugueses en una situación delicada si quieren optar a clasificarse para los octavos de final.
Y el grupo en el que ya está todo decidido, nos dejó la goleada de la jornada. En la que el Manchester City, goleó al CSKA por 5-2 en casa, dejando así sentenciada su clasificación. El Bayern de Munich, cumplió con el trámite en Pilsen, y ganó con un solitario gol de Mandzukic que fue más que suficiente para llevarse los tres puntos. Los bávaros se clasificaron para octavos, y cómo preveíamos el día del sorteo, tanto alemanes cómo ingleses han conseguido clasificarse antes de las jornadas finales.
La jornada nos deja las dos sorpresas del empate del PSG y la victoria del Copenhage, además de los empates de los equipos españoles. Nos deja un Real Madrid, que tiene que seguir mejorando, y no esperar a que le golpeen para reaccionar, sobre todo en Europa. Con la clasificación encarrilada, Ancelotti podrá centrarse en mejorar los aspectos de su equipo más preocupantes, cómo la ayuda entre líneas y la separación entre el centro del campo y el ataque cuando falta Isco. Para la Real, el consuelo de haber empatado en casa contra todo un Manchester United y la posibilidad de conseguir el premio final de la Europa League. Mañana, seguro que tendremos más sorpresas.
La novedosa alineación de Ancelotti, en la que Ramos volvía al lateral derecho, en lo que parece un toque de atención a Carvajal y Arbeloa, no dio sus frutos durante la primera parte. A Ramos, lo acompañaban Varane, Pepe y Marcelo en la línea de cuatro, con Alonso, Modric y Khedira por delante. Alonso, a la salida del balón, se colocaba entre los dos centrales. Esta situación, dejaba a Modric cómo único elemento de conexión con sus tres delanteros, Cristiano, Bale y Benzema. Todo esto, unido al poblando centro del campo turinés, dejaba en numerosas ocasiones a un Madrid quebrado, que no parecía encontrar conexión entre sus líneas. Ramos notó la inactividad en el lateral derecho, y entre Asamoah, Tévez y Pogba, pusieron en aprietos al de Camas. Cómo ya pasó en el Bernabéu en el partido de ida, Pirlo volvió a quedarse sólo en el centro del campo, ya que ningún jugador del Madrid le presionaba. Esta situación, dejaba en muchas ocasiones a sus tres centrocampistas, totalmente en paralelo. Este posicionamiento, dejaba un mundo de distancia entre la tímida presión que hacían los delanteros, y la segunda línea de presión blanca. El Madrid parecía esperar una contra, que no terminaba de llegar. Un balón a la espalda de la defensa blanca, propiciaba el penalty de Varane sobre Pogba, que el chileno Vidal se encargaba de transformar. El 1-0, igual se antojaba demasiado buen resultado para los de Turín, pero aunque fuera a arreones, ya había hecho trabajar a Casillas. Primero con un centro de Pogba, que tras tocar en Pepe se envenenó, e hizo trabajar al de Móstoles. Poco antes del gol, un centro de Tévez, era rematado de cabeza por Marchisio a bocajarro, y terminaba de nuevo con una gran parada del portero madridista. El resto del primer tiempo, fueron idas y venidas que no condujeron a nada. Del Real Madrid, lo único a destacar, fue un disparo de Cristiano que tras una contra pasó rozando el palo de Buffon. El equipo blanco, encaraba el descanso con algunas lagunas que debía resolver.
Pero tras la reanudación, y puede que espoleado por la charla en el vestuario, el Real Madrid salió con otra cara al Juventus Stadium. El equipo blanco, salió dando un paso más hacia delante. Modric adelantó su posición, y Alonso y Khedira, además de los laterales, se incorporaban más al ataque que en la primera parte. Esto, unido a la caraja juventina del comienzo de la segunda parte, dieron cómo resultado el primer gol blanco. Un fallo garrafal de Cáceres, dejaba el balón en los pies de Cristiano, que tras combinar con Benzema, se plantaba sólo ante Buffon y ponía el 1-1 en el marcador tras una gran definición. Tras el gol, el Real Madrid comenzó a sentirse más cómodo, e incluso dispuso de una gran ocasión con un tiro de Xabi Alonso al larguero de la meta italiana. Pero al poco de tentar nuevamente la meta de Buffon, una nueva contra, terminaba con un pase de Cristiano a Bale, que tras un gran recorte y un disparo seco, ponía el 1-2 para los madridistas. El Real Madrid, se sentía cómo pez en el agua con el devenir del partido. Tenía el marcador a su favor, y recuperaba rápido para lanzar a sus dos balas en pos del tercer gol. Sin embargo, en un nuevo error defensivo blanco, esta vez de un desafortunado Varane. Un balón cruzado, en el que el francés perdía la marca de Llorente, terminaba con el remate del riojano, ante el que poco pudo hacer Casillas. A partir del 2-2, Ancelotti comenzó a mover su banquillo. Retiró del campo a Alonso, que parece tener los minutos pautados para no recaer, para dar entrada a Illarra. El equipo perdió un poco de presencia, quizá acusando el golpe del gol turinés. Di María sustituyó a Bale, en un intento de dar frescura al ataque, pero desde la salida de Alonso, los balones ya no llegaban con tanta claridad al frente de ataque madridista. Un Benzema que también acusó el desgaste, dejó su sitio a Jesé, que casi no tuvo tiempo de participar en el juego. El partido moría entre el cansancio juventino, que quería y ya no podía, y la relajación madridista ante el resultado.
El resumen del partido, es que la Juventus, no puso en demasiados aprietos al equipo de Ancelotti. Aún así, los italianos pudieron llevarse el partido de no ser por sus propios errores. Lo mismo es aplicable a un Real Madrid, que sigue teniendo una asignatura pendiente en defensa. Está claro que el Madrid tiene una pegada brutal, cómo hoy se demostró, pero debe manejar mejor los partidos. No puede esperar a que los rivales se pongan por delante, cómo le ha pasado hoy, para dotar de una marcha más su juego. Sigo creyendo, que el equipo crecerá a la velocidad a la que Alonso siga cogiendo minutos. Illarra parece un buen complemento, pero de momento, un poco verde para ocupar el sitio del tolosarra. Y es que el trabajo, y la colocación que aporta el 14, además de su calidad, es algo que es difícil de encontrar en un jugador recién llegado.
En cuanto al partido de la Real, los donostiarras, se vieron desbordados por un Manchester que aún sin presentar a su equipo titular, dio muestras de su enorme potencial. Los de Arrasate, salieron con un pequeño complejo de inferioridad, ante un Manchester, que era consciente de su superioridad. Los Red Devils, planeaban por el área de Bravo con cierto peligro. Las llegadas de Kagawa, fueron las más inquietantes para el equipo donostiarra. Pero el poco acierto del japonés, y de todo el ataque británico, llevaban el partido con 0-0 al descanso. Tras la reanudación, el mismo guión, aunque la Real se fue más arriba con el paso de los minutos. Moyes dió entrada a su delantero estrella, Van Persie, y al eléctrico Young, que se inventó un penalty que el palo repelió para buena fortuna de los donostiarras. Una ocasión de Xabi Prieto, que tras tocar en el pecho de Vela rozó el poste de la portería inglesa, fue la mejor ocasión del partido para los donostiarras. El partido moría, y con él las opciones de los realistas. A falta de dos jornadas, el poder clasificarse cómo segundos, se antoja más que difícil para los de Arrasate. Sin embargo, los aficionados realistas, pueden estar orgullosos del esfuerzo de su equipo. Los de Anoeta, quizá hayan pecado de novatos, y en los partidos en los que más se han merecido, han perdido puntos importantes. Si la suerte les acompaña, probablemente puedan terminar jugando la Europa League. Sería un buen premio para la gran campaña realista del año pasado. Sobre todo, tras haber probado el sueño de la Champions, y comprobado que a veces, la suerte, es más necesaria que el buen fútbol. Ahora toca centrarse en la Liga, que es lo que al final de año les dará más o menos alegrías a los realistas.
En el grupo del Madrid, la sorpresa la vimos en Copenhage, donde los locales vencieron a un Galatasaray que baja mucho su nivel cuando juega fuera. El grupo sigue quedando abierto, y la Juventus necesita ganar sus dos partidos para poder pasar segunda y no tener que conformarse con el consuelo de la Europa League. De confirmarse el fracaso juventino, sería una de las primeras grandes sorpresas de la competición, ya que el campeón de italia entraba en todas las quinielas para llegar a las altas cotas de la misma.
En el grupo de la Real, el empate de Shaktar y Leverkussen, deja el primer y el segundo puesto muy abierto. La Real aún tiene posibilidades, pero todo apunta a que ucranianos y alemanes se jugarán el billete a octavos entres sí. Muy mal se le tendría que poner la cosa a los de Moyes, para dar la campanada y no pasar a octavos cómo primeros de grupo. Un respiro para los de Manchester, a los que algunos resultados en Europa y la competición doméstica comenzaban a poner en duda el proyecto post-Fergie.
Otra de las sorpresas, fue el empate de los parisinos del PSG ante el Anderletch en casa. Sobre todo, teniendo en cuenta que hace quince días, los de Blanc, apabullaron por 0-5 a los belgas. Bien es cierto que hoy, los del Parque de los Príncipes, no sacaron su once de gala, pero si un equipo muy competitivo. Y es que la máxima competición, nunca deja de sorprendernos. La mejor noticia para los parisinos, fue la vuelta de un Thiago Silva que dota de otra dimensión a la ya de por sí buena defensa gala. Sigo diciendo que el equipo de Blanc, a nada que se descuide cualquiera de los grandes, es un serio aspirante al título. La victoria por la mínima, del Olympiacos de Michel ante el Benfica en Atenas, deja a los portugueses en una situación delicada si quieren optar a clasificarse para los octavos de final.
Y el grupo en el que ya está todo decidido, nos dejó la goleada de la jornada. En la que el Manchester City, goleó al CSKA por 5-2 en casa, dejando así sentenciada su clasificación. El Bayern de Munich, cumplió con el trámite en Pilsen, y ganó con un solitario gol de Mandzukic que fue más que suficiente para llevarse los tres puntos. Los bávaros se clasificaron para octavos, y cómo preveíamos el día del sorteo, tanto alemanes cómo ingleses han conseguido clasificarse antes de las jornadas finales.
La jornada nos deja las dos sorpresas del empate del PSG y la victoria del Copenhage, además de los empates de los equipos españoles. Nos deja un Real Madrid, que tiene que seguir mejorando, y no esperar a que le golpeen para reaccionar, sobre todo en Europa. Con la clasificación encarrilada, Ancelotti podrá centrarse en mejorar los aspectos de su equipo más preocupantes, cómo la ayuda entre líneas y la separación entre el centro del campo y el ataque cuando falta Isco. Para la Real, el consuelo de haber empatado en casa contra todo un Manchester United y la posibilidad de conseguir el premio final de la Europa League. Mañana, seguro que tendremos más sorpresas.
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