Raúl, el obrero del gol

 Con motivo del homenaje, que en el día de hoy, se le va a rendir al otrora capitán blanco desde aquí mi pequeñs reseña. Aprovecho también para dedicarle este artículo a una persona muy importante para mí, mi padre, fan número uno de Raúl y la persona que me ha metido el gusanillo del fútbol desde pequeño. Así que allá vamos, va por ti, por todas esas horas viendo fútbol y por todas las discusiones sobre Raúl.

 

   
    Raúl González Blanco, madrileño nacido el 22 de Junio de 1977, ha forjado su carrera a base de sacrificio, lucha y entrega. Sus inicios, en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, apuntaban a que el 7 llegaría lejos en el fútbol. Hasta el difunto Jesús Gil, lo llevó a un programa de televisión para presumir de futura estrella, pero la desintegración de la cantera Atlética envío al 7 directamente a la cantera madridista. Rápidamente llamó la atención de los técnicos de las inferiores madridistas. En sus inicios, jugaba escorado a la banda izquierda, pero su olfato goleador lo llevó a que pronto le encontraran acomodo en las cercanías del área. Tras un paso fulgurante por las inferiores blancas, un 29 de Octubre de 1994, Jorge Valdano le daba la alternativa en Zaragoza. Aquel día Raúl falló dos goles cantados, pero sus movimientos y desmarques no pasaron desapercibidos para Valdano, que siguió confiando en aquel chaval de 17 años que mostraba tanto desparpajo. Cuenta la leyenda, que Valdano, le preguntó si debería ponerlo a jugar o no antes del partido, la respuesta de Raúl dejó de piedra al argentino: " Si quiere ganar el partido si". 

   Tras aquel partido en Zaragoza, vino la consagración en el Bernabéu, el derbi contra el Atleti se presentaba como la oportunidad de oro para que el 7 diera la campanada. Y Raúl, no defraudó a Valdano, un pase cruzado de Laudrup al borde del área, encontró a un Raúl bien colocado, como siempre, que puso el balón en la escuadra derecha de un Diego que no pudo hacer nada, la hinchada blanca enloquecía y el niño de 17 años se hacía adulto ante su afición. Ese fue el primero, de los más de 300 goles que marcaría con el Real Madrid, convirtiéndose en el máximo goleador de la historia del club y entrando así en la historia blanca.

   Pero Raúl no era una estrella  al uso, no era un jugador de seda, no destacaba por su técnica, no destacaba por su velocidad, ni siquiera por su manejo de balón, pero Raúl siempre era el más listo. Una capacidad de anticipación fuera de lo común, un oportunismo nunca visto, e incluso la pizca de suerte que tiene que acompañar a todo gran goleador. Se decía que Raúl no era un 10 en nada, pero si un 8 en todo, es una afirmación exagerada, pero lo que no se le puede negar al 7 es su coraje, su pundonor y su profesionalidad. 

    El buen aficionado madridista, teniendo estrellas coetáneas a las que corear, como Zidane, Ronaldo, Figo o el mismo Guti, siempre tenía un aplauso para su capitán. El 7, nunca daba por perdido un balón, siempre tenía una palabra de ánimo para sus compañeros, siempre una palabra de respeto para su rival, tendía la mano tanto al rival como al compañero, y tiene un récord difícil de superar, en más de mil partidos, nunca ha sido expulsado, algo que dice mucho del 7. Su lucha y su entrega nunca estaban reñidos con la nobleza. Recuerdo un choque con Puyol en un clásico, ambos chocaron con las cabezas en un salto, los dos tuvieron que abandonar el campo para ser atendidos por las asistencias, Raúl volvió al campo con la cabeza vendada, y con unos cuantos puntos encima, pero antes de entrar, se acercó a Puyol para ver como se encontraba. Chocó la mano con el capitán culé, y al siguiente salto volvió a enfrentarse a él, ambos cayeron y Raúl volvió a tender la mano. Eso resume a Raúl, caía y se levantaba, pero siempre tendía la mano al rival. Cuando el Madrid perdió la final de Copa contra el Zaragoza, Raúl saludó a los miembros de toda la expedición maña y les felicitó, en otro gran gesto de nobleza.

   Algunos dicen que Raúl es puro Real Madrid, que encarna los valores del madridismo, esa es una opinión muy respetable, yo desde mi pequeño altavoz, solo puedo decir, que el 7 blanco jamás ha dejado el nombre del Madrid por debajo de lo que merece. Raúl ha metido goles de todos los colores, hasta se llegó a acuñar la frase de " ha sido un gol Raúl", que hacía referencia a todo gol fácil en el que solo había que empujarla, o a un gol de pillo. Porque eso es lo que era Raúl, el más pillo del campo, ese gol Raúl, solo podía marcarlo él, porque siempre estaba allí, siempre donde caía el balón, siempre donde se presentaba la ocasión. Raúl ganó todo con su club, Ligas, Champions e Intercontinentales en las que fue protagonista. La llegada de la llamada "Galaxia Blanca", arrinconó a un Raúl que parecía que se quedaba sin sitio, pero que al final siempre terminaba jugando, no sabemos si por status o porque sus técnicos estaban convencidos. Renunció a hacer más leña del árbol caído cuando Aragonés lo dejó fuera de la selección para siempre, e incluso dio un rueda de prensa conjunta con el de Hortaleza, para dejar claro que el no quería ser obstáculo en el devenir de la selección. Raúl se fue del Madrid sin hacer ruido, y hoy vuelve para que le rindan su merecido homenaje.

  Raúl podrá haber gustado más, o haber gustado menos, se podrá poner en duda su calidad, su valía, pero nunca se podrá dudar de su compromiso y de su entrega. El niño de las Viviendas Marconi, a base de trabajo consiguió llegar a lo más alto. Sus goles, gusten más o menos, ahí están, casi 500 en mil partidos. Una buena media para un jugador que lleva en activo casi 20 temporadas, al que le guste Raúl tiene motivos para idolatrarlo, pero al que no le guste tiene muchos para respetarlo. Y desde aquí, quiero dedicarle mi pequeño homenaje, porque aunque no sea uno de mis favoritos, tiene mi más profundo respeto, por lo que ha hecho, por lo que ha conseguido y sobre todo por el como lo ha conseguido.

   Sea como fuere, Raúl, ha escrito una carrera basada en el esfuerzo y la entrega, por ello podemos decir que Raúl es el obrero del gol, y allá donde vaya seguirá marcando, porque Raúl no es el más rápido, ni el más joven, ni el más en forma, pero siempre será el más listo. Que disfrute del fútbol, porque incluso a los obreros de este deporte, hay que agradecerle lo que nos dejan. 

  Respect!

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