Xavi, el cambio

 Esta entrada de blog va dedicada, al para mí, jugador español más importante de la historia. Sé que es una afirmación muy arriesgada, pero a continuación expondré mis motivos. Xavi, no es el que más goles ha métido, ni el que más partidos ha jugado, ni tampoco el que más ha ganado, ya que comparte palmarés con varios compañeros, pero es con diferencia, el mejor.


  Nacido en Terrassa, un 25 de Enero de 1980, Xavi Hernández i Creus, a sus 33 años, puede presumir de ser una de las leyendas vivas del fútbol español. Se podría decir, que Xavi, es el prototipo de jugador que sale de la cantera del Barça. Parecía uno más de los "cerebros" que salían de la Masía, siguiendo los pasos de Guardiola, Milla y adelantándose a los Cesc e Iniesta. Debutó muy joven, y pronto la comparación con Guardiola fue inevitable, incluso cruel. Xavi no tenía las mismas condiciones que el de Sant Pedor, su juego era muy diferente, salvó a Van Gaal de una destitución segura con aquel gol ante el Valladolid, y el nombre de Xavi empezaba a sonar con fuerza.

  Tras la marcha de Guardiola, todos los ojos fueron puestos en el de Terrassa, que no solo tenía que cubrir la posición del mito azulgrana, sino que tenía que demostrar en cada partido, que servía para ello. Las primeras temporadas, no fueron un paseo para el 6, de hecho estuvo a punto de coger la maleta y marcharse de "su casa". Pero todo cambió cuando llegó Frank Rijkaard. Xavi, acompañado por Deco y con un ataque de lujo al que surtir, Ronaldinho, Etoo, Giuly y un joven Messi que empezaba a destacar, el de Terrassa, empezaba a destapar el tarro de las esencias. Todo el juego de ataque azulgrana pasaba por las botas del 6, movía el equipo y hacía que el balón fluyera de un lado a otro. Xavi era el director de orquesta de un conjunto, que empezaba a enamorar a Europa con su juego, la consecución de la tan ansiada Champions en Paris ante el Arsenal, daba paso a un ciclo glorioso nunca visto en el fútbol moderno.

  Como todo cuento de hadas, el proyecto Rijkaard empezó a hacer aguas, pero la base era sólida. Xavi e Iniesta se consolidaban como fichas insustituibles en la plantilla azulgrana, y Messi se confirmaba como gran estrella. La limpia de Guardiola a su llegada, dio a Xavi e Iniesta galones de mando en el campo. Con Busquets como escudero de lujo, comenzaban a escribir una de las mejores páginas en la historia del deporte. Pese a las dudas de las primeras jornadas, el equipo de Guardiola empezó a carburar, y gracias al comandante en jefe que tenía en el campo. Xavi, era la voz visible de Pep en el campo, dirigía el juego azulgrana, se ofrecía, tocaba, descargaba la presión, y sobre todo, asistía a unos delanteros muy agradecidos. El culmen del juego azulgrana, llegó en el famoso 2-6 en el Bernabéu, más que por el abultado resultado, por la demostración de extrema superioridad ante su eterno rival. En un partido en el que el Madrid salió con su ímpetu habitual, incluso se adelantó en el marcador, pero el juego azulgrana, pasó por encima de la esperanza blanca. Xavi dio una lección magistral como no se recuerda, acompañado de un enorme Messi, el catalán dio un recital de toque y de movimiento, el pobre Lass Diarra aún está buscandolo. Entre Xavi e Iniesta volvieron loco al centro del campo del Madrid y sacaron las vergüenzas de un Cannavaro que ya no estaba para esos trotes. La lección futbolística de aquel día, será recordada durante muchos años. No solo por el resultado, sino por juego desarrollado por los culés.

  Xavi venía de ganar la Eurocopa de ese año con la selección española, con un cambio de estilo total, y con el toque y la imaginación por bandera, la selección se plantó en la final de Austria y Viena, y cambió para siempre la idiosincrasia del fútbol español. El estilo español se confirmaba, gracias a la apuesta de Luis Aragonés por los llamados "pequeños", los Xavi, Iniesta, Silva, Alonso, Cesc y Cazorla conquistaban Europa. El fútbol de toque, se convertía en la seña del fútbol español. Ya nadie discutía el estilo y en parte, era gracias a la actuación de un Xavi, que plasmó en el campo la idea de Luis Aragonés. Xavi era el principal artífice del cambio. Pero esa, no era más que la primera parada en la leyenda culé. 

  Esa temporada se completó con un triplete histórico, que ningún equipo español había conseguido nunca, la final de Roma, tras aplastar la esperanza blanca en liga y pasar por encima del Athletic en la final de Copa, convertía a los culés en eternos, con un fútbol de seda, y con un Xavi imperial, parecía que nadie podría discutir el reinado culé en Europa y el Mundo. Pero el ciclo se consumó al año siguiente, al comenzar la temporada, el Barça conseguía todos los títulos a los que aspiraba que tenían que ver con la temporada anterior, Supercopa, Europea y doméstica y una Intercontinental que nos mostró a todos las lágrimas de Guardiola, sabiendo que había entrado en la historia para siempre. Nadie, podrá jamás superar ese récord, solo igualarlo, y eso convierte a aquel equipo en eterno. Pero sin el cerebro de Terrassa, nada de eso sería posible, marcó la pauta, movió al equipo, paró el juego, ordenó, distribuyó y dio una lección de fútbol durante toda la temporada. La próxima cita era Sudáfrica y Xavi no iba a fallar.

  En la cita africana, la selección española, llegaba como principal favorito, sin embargo el primer partido contra Suiza, levantó dudas acerca del sueño Mundialista. Pero sin renunciar a su estilo, y con el balón por bandera, con Xavi a la cabeza, la selección se plantó en la final en la que el gol de Iniesta, confirmaba un estilo y una idea. Xavi cerraba el ciclo, ya tenía todos los títulos a los que puede aspirar un futbolista, los colectivos claro. Para redondear su ciclo mágico, solo le faltaba el reconocimiento individual, pero siempre ha quedado por detrás de Messi, allá los que votan con sus gustos y su conciencia...pero un Balón de Oro nunca fue tan merecido.

  Sea como fuere, Xavi ha sido el motor e impulsor del cambio en el fútbol español, y sobre todo, parte activa en el mejor equipo de la historia. Como decía al principio, no es el que más goles ha metido, ni el que más ha jugado, pero no me cabe duda de que sin él, nada de lo aquí contado sería posible. Xavi es el hombre del cambio, pero sobre todo el cerebro de todo. No sé hasta cuando va a seguir jugando, pero desde aquí le pido que no deje de hacerlo nunca. Por todo ello.

  Gracies Xavi


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